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Trump y la OTAN

Trump y la OTAN

Se puede ser de izquierda un tiempo menor o mayor, para luego dejar de serlo

La OTAN, de alianza militar atlántica ha pasado a ser alianza militar mundial, empleada para ejecutar una misión imposible: revertir la decadencia de EE. UU. y el sistema imperialista que ha encabezado por largo tiempo.

EE. UU. y su Pentágono son la fuerza dominante de ese gendarme mundial. La OTAN, sin EE. UU., se va a pique. EE UU. carga con las dos terceras partes de los gastos militares de esa entidad. La Unión Europea (UE) depende militarmente de la OTAN y no aporta ni siquiera el tercio asignado.

EE. UU. pasa por una grave crisis de deuda y déficit presupuestario, con el dólar tambaleándose y grandes expresiones de empobrecimiento de su población residente.

Trump ni es -ni puede ser- antiguerrerista ni anti OTAN, pero decidió obligar a las potencias europeas y demás miembros de la OTAN, a aumentar sus aportes.

La OTAN se acaba de reunir en La Haya y aprobó –bajo presión trumpista- un incierto aumento de un 5% del PIB por países, a un plazo de 10 años; incierto, porque la crisis económica no es exclusiva de la EE UU: las potencias de la UE están en franco declive, decadencia económica y les es imposible cumplir con ese acuerdo. España ya se adelantó a confesarlo y otros le siguen los pasos.

La UE está apostando a un guerrerismo antirruso y de inmediato tiene que depender de la compra de armamento a EE. UU., lo que agrava su crisis económica y política.

Igual le afecta si asume la decisión de desarrollar su propia industria armamentista, significativamente retrasada.

Es una encrucijada insoluble del sistema imperialista occidental en decadencia, en tanto insiste en embestir violentamente contra una gran parte del mundo que ya no controla, sin contar con el poder para impedir la conformación de un nuevo orden mundial, donde EE. UU. y aliados no serán los mandamases.

 Pero, además, las guerras áreas a cargo de OTAN y los domos de hierro, han demostrado recientemente ser ineficaces; y también EE. UU. y potencias aliadas tienen grandes dificultades para reclutar jóvenes para sus guerras… Alemania abrió una campaña de meses y sus resultados fueron decepcionantes; mientras, con la contratación de mercenarios, no logran resultados satisfactorios.

La agresión nuclear tiene una contrapartida destructiva similar o mayor, si se deciden a emplearla.

EE. UU. luce ser un súper-Estado atrapado por el Complejo Militar-Industrial- Financiero, que domina muchas de sus decisiones.

Así las cosas, la OTAN está condenada a perder peso relativo mundial y a desaparecer con el avance de la multipolaridad y de un nuevo orden mundial, no sin antes dar crueles zarpazos.