ANDRES, BOCA CHICA. Decenas de mujeres venezolanas son víctima de la explotación por parte de dueños de negocios que operan en este polo turístico, e incluso algunos les mantienen secuestrados los documentos, para evitar abandonen los establecimientos.
Durante un recorrido realizado en los últimos dos días por periodistas de este medio en diversos puntos de Boca Chica, venezolanas consultadas revelaron que el pago que reciben de los empleadores es de 200 y 300 pesos por día, lo que consideran como un abuso y un aprovechamiento de sus necesidades.
“Muchas compañeras son mantenidas en los negocios bajo presión de sus propietarios y cuando algunas suelen protestar, son amenazadas de ser denunciadas ante las autoridades de Migración para su repatriación”, explicaron las extranjeras.
La mayoría de las denunciantes trabajan en hoteles, restaurantes, cafeterías, salones de belleza, lavaderos de carros, entre otros establecimientos, en algunos de ellos, según las denunciantes, los propietarios las obligan a tener relaciones sexuales, bajo el chantaje de que serian echadas de los negocios.
“No solamente dueños de negocios obligan a nosotras a tener relaciones con ellos, sino también hacerle el sexo oral a clientes”, expresaron las denunciantes, asegurando que son muchas las compañeras que dueños de negocios las mantienen prácticamente secuestradas, con la incautación de sus documentos.