Opinión

Venezolanos en RD

Venezolanos en RD

Orlando Gómez Torres

Colapsadas las negociaciones entre la oposición y el gobierno de Venezuela, creo que ha llegado el momento de que el Estado dominicano acepte la realidad de que una agudización de la crisis humanitaria en esa nación suramericana es inevitable. Para evitar que la migración venezolana degenere en una situación similar a la migración haitiana, el gobierno dominicano debe actuar ahora y propiciar el orden y la inclusión de lo que a todas luces debemos dejar de llamar inmigrantes para empezar a reconocerles como refugiados.

La República Dominicana ya tiene en su territorio unos 20,000 venezolanos, y en la medida que se agudiza la crisis económica de ese país (como lo predicen todos los economistas) ese número pudiera multiplicarse considerablemente en el corto plazo.

Ni a ellos como inmigrantes ni a nosotros como país nos conviene que estos caigan en un estado de ilegalidad migratoria que les empuje hacia la clandestinidad y la informalidad.

Debido a la situación política e institucional de Venezuela, la actual normativa relativa a los permisos de residencia legal en nuestro país no es viable. Decirle a docenas de miles de venezolanos que vuelvan a su país de origen a abultarse frente a un consulado dominicano y que asuman el riesgo de las represalias políticas del régimen de Maduro por su deseo de emigrar, no es razonable.

Hay espacio para un consenso a la crisis de Venezuela
Contrario a los inmigrantes de Haití, los venezolanos que llegan aquí en su inmensa mayoría tienen pasaportes, por lo que documentar la identidad de estos no resultaría tan complejo como ocurre con nuestros vecinos. Más aún, muchos de estos mantienen títulos universitarios y de educación superior que pueden ser convalidados a los fines de que estos puedan integrarse de pleno en nuestra sociedad, y no construir paquetitos de exclusión en nuestros barrios como ya ocurre con los haitianos.

Más aún, la República Dominicana no está pasando por esto sola, de hecho ni siquiera somos los más afectados. Contrario a Haití, la crisis de Venezuela está impactando en toda Suramérica y el Caribe, muy especialmente a Colombia, Brasil, Curazao, Perú y Chile, por lo que hay espacio para encontrar un consenso internacional alrededor de un acuerdo para el tratamiento de los refugiados venezolanos.

Es tiempo de que nuestro gobierno baste de seguirle los juegos geopolíticos al actual régimen de Venezuela y se enfoque en el impacto directo que la crisis venezolana está teniendo en la República Dominicana. Los pasos que pudieron darse en su momento para evitar que la situación de Haití degenerara en las campañas de deshumanización y odio que hoy existen en nuestro país contra los haitianos no se lograron a su debido tiempo, con los venezolanos todavía hay tiempo, pero el momento de actuar es ahora.

El Nacional

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