A menos que la documentación esté alterada, el ministro de Educación, Roberto Fulcar, obvió detalles comprometedores sobre la licitación para adquirir 46 arreglos de orquídeas naturales para ambientar las oficinas de la institución.
Fulcar explicó que la solicitud, con fecha 16 de septiembre, fue hecha por la gobernadora Carlota Martínez, quien ya fue relevada del cargo. Pero no dijo que el proceso, que decidió anular, había completado todos los trámites burocráticos hasta que explotó el escándalo en la prensa.
La orden por 692,828 pesos fue autorizada por el actual director administrativo, Esteban del Rosario, con copias al encargado de compras y contrataciones, Ricardo Modesto Pérez Vargas, además de contener los sellos y firmas de otros departamentos. Al anular la operación el titular de la cartera declaró que en tiempos de covid “no está para chulerías”.
Pero lo que se ha visto es que la saliente gobernadora no es la única responsable de la licitación, sino los funcionarios designados por el ministro Fulcar.
Salta a la vista que en Educación Fulcar y su equipo no tienen el mismo criterio sobre el gasto, lo que indica la necesidad de controles más estrictos.