Opinión

Vertido alarmante

Vertido alarmante

Es gravísima la denuncia del presidente de la Fundación Ozama de que los constructores de la línea 2 del Metro vierten los escombros en la sedimentada y pestilente corriente de agua. Al atentado ambiental en que según Carlos Perkings Torres incurren los contratistas hay que agregar, también como pecado capital, la negligencia o complicidad de las propias autoridades.

En una época en que la reducción en el suministro de agua potable ha disparado las alarmas los vertidos de materiales y desperdicios en el Ozama es un acto incalificable. La acción contrasta con el discurso y con las inversiones que se han anunciado para rescatar una fuente que restauraría el esplendor de la ciudad e impulsaría la industria turística.

A causa de los vertidos la profundidad del río se ha reducido de 50 hasta 20 pies en algunos lugares, dificultando la navegación de pequeñas embarcaciones. Los residentes en las inmediaciones también están asustados por las consecuencias de una crecida. La denuncia es una tarea para Medio Ambiente.

El Nacional

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