(II)
No se entiende lo que es ser del “Nuevo Mundo” hasta que se visitan países como Austria y Hungría, donde todo lo que imaginamos cuado leiamos los cuentos infantiles de los Hermanos Grimm, se queda corto.

Impresiona la solidez de los edificios, la altura de los techos, la bellisima herreria, la profundidad de los balcones, nada que ver con nuestra arquitectura; y si la arquitectura refleja el espíritu de los pueblos se puede presumir la razon de tanta estoicidad, asi como de la brutalidad absoluta. Recuerdese que Hitler era austriaco y que dos millones de austriacos recibieron a los Nazis con aplausos.

Esa es la cara fea de todo discurso que pretende presentarnos una imagen ideal de la historia, como cuando aqui planteamos que vamos a deportar a los haitianos, pero nadie narra el levantamiento indignado de barrios como San Carlos frente a la brutalidad del Ejercito cuado recoge a las trabajadoras haitianas y las “jondea” dentro de los vehiculos sin permitirles buscar sus papeles ni recoger a sus hijos. Es esa brutalidad la qure nos perjudica y mal hace el presidente dejandose asesorar por gente muy cercana que denuncia mucho, pero no aporta una sola solucion creativa frente al problema.

Otra cosa seria responderle a los Estado Unidos, en el mejor estilo Balaguerista: “Estamos estudiando el caso y vamos a convocar a las islas del Caribe para distribuirnos entre todos una poblacion que no podemos asumir ambientalmente (24 millones de habitantes cuando Cuba tienre apenas once); y otra convocar a los agroindustriales y constructores y decirles: “ustedes van a aportar un porcentaje de las ganancias de la inmigracion haitiana” para pagar los servicios publicos que les ofertamos”.

Les aseguro que cuando los agroindustriales (95% de nuestros alimentos los cultivan y recogen los haitianos), tengan que subsidiar el sistema publico de salud y educacion de sus trabajadores, en vez de utilizarlos para competir con la mano de obra local, entonces otro gallo cantaria.

Guapear cuando uno se sabe dependiente no es buena formula, porque los mismos que te empujan a hacerlo luego se quedan callados. Que USA nos acuse de racismo, cuando aun estan tan presentes las imagenes de Floyd, y el asesinato de Martin Luther King, y la horrorosa impunidad policial frente a esos asesinatos es un chiste que quita fuerza moral a la exigencia de los Estados Unidos.

Por eso, cuando encantada con las luces de colores, adornos navidenos y los Santas, me siento como una niña que por fin penetro en las paginas de los cuentos, siento la voz de mi madre alertarme sobre Ucrania.
Y el horrible temor a una bomba nuclear que pueda desintegrarme mientras escribo estas lineas.