“Te voy a dar donde más te duele” o “te quitaré lo que más quieres”, son algunas frases violentas usadas por personas contra alguien de quien quieren vengarse por algo.
La psiquiatra Ann Benjamín, asegura que este tipo de violencia denominada vicaria y definida por muchos como la más cruel expresión de la violencia de género, se acostumbra a utilizarse en determinadas situaciones, como por ejemplo en un proceso de separación o divorcio, o cuando uno de los miembros desea rehacer su vida con otra persona.
Explica que la violencia vicaria es violencia de género, solo que se sustituye a la persona en la acción directa física o psicológica de la violencia para causar un daño mayor y permanente a la mujer y regularmente la ejercen siempre hombres contra mujeres.
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Este tipo de violencia tiene como objetivo a la mujer, pero se ejerce sobre las hijas y los hijos para dañarlos, pero también se puede ejercer hacia otras personas queridas, e incluso hacia las mascotas, que son usadas por el maltratador para dañar e ir contra la mujer.
“El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de estos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan.
Estos sufren un daño irreparable y son también víctimas de violencia de género”, asegura Benjamín.
Sociedad es cómplice
La profesional explica que la violencia vicaria cuenta con la complicidad de una sociedad que cuestiona permanentemente a las mujeres, las priva de autoridad y pone en duda su palabra.
“Las mujeres suelen intentar que su voz se oiga en el colegio de esas hijas o hijos, entre las amistades, en la propia familia, en los juzgados, pero los imaginarios del ‘buen padre’ y la ‘mala madre’ se imponen. Se prefiere escuchar al varón y apoyar al hombre que juega a ser víctima, que a esas mujeres que, desesperadas, intentan hacer oír su voz para evitar que el padre haga daño a sus hijas o hijos”, finalizó.
