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Vitamina D en pandemia

Vitamina D en pandemia

Vitamina D en pandemia

Desde el año pasado la pandemia del coronavirus nos arropa de manera inesperada y ante la búsqueda de soluciones contra la misma, con métodos curativos y de prevención, han salido a relucir estudios que relacionan el uso de la vitamina D como una alternativa para hacer frente a la covid-19.

Esta situación, ha llevado a muchas personas a un consumo excesivo de esta vitamina, sin tomar en cuenta las consecuencias de su uso abusivo, o qué función tiene la misma.

La vitamina D, también llamada Calciferol, es liposoluble, juega un papel importante en las hormonas implicadas en el metabolismo óseo y la homeostasis del calcio. Ayuda en la absorción del calcio, necesario para mantener nuestros dientes, músculos y huesos saludables.

Cabe destacar que esta ayuda a la absorción intestinal del fosforo, a partir de los alimentos. Tiene propiedades antitumorales y antienvejecimiento, también ayuda a potencializar nuestro sistema inmunitario.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la vitamina D no previene ni cura la covid-19.
Déficit

El déficit de esta vitamina aumenta en las personas la posibilidad de desarrollar osteoporosis (enfermedad que adelgaza y debilita los huesos, por lo que se quiebran fácilmente, especialmente los de la cadera, espina vertebral y muñeca), la hipocalcemia (baja concentración de calcio en sangre) y la osteomalacia, (raquitismo en los niños).

La falta de vitamina D se asocia a una disminución de la función cognitiva, al igual que a la aparición de ciertas enfermedades crónicas como: psoriasis, artritis reumatoides, enfermedades cardíacas y algunos cánceres, entre otras.
Las personas mayores de 50 años son las más propensas a tener este tipo de déficit, también las personas obesas y con poca exposición solar.
Consumo excesivo
El consumo excesivo de la vitamina D puede provocar hipercalcemia (enfermedad en la que el nivel de calcio en la sangre está por encima del normal).

Demasiado calcio en la sangre puede debilitar los huesos, formar cálculos renales e interferir en el funcionamiento del corazón y el cerebro, además, problemas gastrointestinales como: vómitos, náuseas y falta de apetito, entre otras.
Recomendaciones
La primera recomendación es tratar de obtener esta vitamina de manera natural con la exposición directa al sol durante 10 o 15 minutos, por lo menos 3 veces a la semana, en horas tempranas (antes de la 9:00 de la mañana).

También la ingesta de pescados (atún, salmón y otros), aceite de hígado de pescado, leche, huevo, carnes, champiñones, etc.

En casos de no ser suficientes y necesitar suplementación oral, recomendamos buscar ayuda profesional.
La autora es nutrióloga clínica.

Por: Nilka Romero Ortiz
dra.nilkaromero@hotmail.com

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