POR: Aida Trujillo Ricart
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Vincent Van Gogh, un gran y especial pintor holandés
Nacido en Groot-Zundert, Países Bajos, el 30 de marzo de 1853, fue el hijo mayor, de los seis de un pastor protestante, criados en una atmósfera religiosa y refinada. Vincent era inmensamente emocional y no tenía confianza en sí mismo. Mantenía una relación especial con su hermano Theo que mucho influiría a lo largo de su vida. Esto es demostrable gracias a la correspondencia que ambos intercambiaron permanentemente.
A los dieciséis años entró como aprendiz en la filial de La Haya de la galería de arte parisina Goupil & Cie. Fue allí en donde conoció las obras de la escuela de Barbizon. Entre 1860 y 1880, Van Gogh decidió finalmente convertirse él mismo en artista. Mantuvo dos relaciones amorosas que le hicieron infeliz. Permaneció en Bélgica estudiando arte pero, su traslado a Londres en 1873, supuso el inicio de su primera etapa creativa. Se tornó, no obstante, en un solitario y, en 1878 sintió la necesidad de dedicarse a sus semejantes. Estudió teología y decidió satisfacer dicha necesidad uniéndose a los mineros en donde realizó una serie de dibujos de los mismos.
Hacia 1880 descubrió en la pintura su auténtica vocación, considerándola una mejor vía para consolar a la gente. En los primeros años de esa década estudió con diversos pintores, entre ellos Anton Mauve. El conocimiento de los impresionistas lo llevaron a abandonar sus estudios y a reunirse con Theo, que era el director de la Galería de Goupil. en París y después se mudó a Arles. Fue él quien, más tarde, le presentaría a Pissarro, Seurat, Monet y Gauguin. A partir de entonces su pintura se tornó colorista y menos tradicional. Empezó a dar forma a su propia visión del postimpresionismo, expresando sus sentimientos sobre lo representado y su estado mental.
Con el fin de crear el grupo de los “Impresionistas del sur”, alquiló una casa adonde invitó a artistas con quienes compartía intereses y en la que Gauguin pasaría dos meses. Fue allí en donde abrigó la expectativa de abrir una escuela de arte que resultó ser un desastre. Tras un incidente, Gauguin tuvo que salir corriendo, perseguido por Van Gogh, cuchilla en mano.
Pero éste se cortó una parte de su propia oreja. Su vida empezó a alternar entre sus ataques de locura y su lucidez, siendo enviado al manicomio, para tratarle, de Saint-Rémy. Ante la imposibilidad de salir al exterior, realizó obras relacionadas con el hospital. La pérdida de contacto con la realidad y su gradual sensación de tristeza lograron que Van Gogh desplegase un estilo basado en formas dinámicas y en el uso vigoroso del trazo.
En mayo de 1890 regresó a París para visitar a su hermano Theo, quien le aconsejó viajar a Auvers-sur-Oise, a someterse a un tratamiento homeopático del doctor Gachet.
Las obras más cotizadas de Van Gogh fueron realizadas en menos de tres años. Pero sólo llegó a vender una de ellas. Su fusión única en forma y contenido es poderosa, dramática, imaginativa y emocional en su esfuerzo por explicar su lucha contra su locura y la comprensión de la esencia espiritual del hombre y de la naturaleza. Pero sumido en su angustia, el 27 de julio de 1890 se dio un disparo en el pecho, muriendo dos días más tarde.

