Opinión

Vivencias de una heroína

Vivencias de una heroína

POR: Dr. Domingo Porfirio Rojas Nina
rojasninasc@hotmail.com

 

¡Hasta cuándo el país y algunos gobiernos seguirán desconociendo y olvidando las hazañas, sacrificios, gestas y glorias inmortales teñidas con sangre, exilios, prisiones, torturas y asesinatos de hombres y mujeres, cuyos nombres debemos rememorar y eternizar. ¡Hasta cuando Dios mío!
Luz Carolina Mainardi viuda Cuello (Doña Canina), es una heroína del patriotismo dominicano, deber y dignidad, quien vivió junto a familiares, allegados y ciudadanos, 31 años de exilio, padeciendo sacrificios, tormentos, viacrucis, en pos de la libertad y la paz del pueblo y la Nación dominicana.

Fallecida el 9 de Octubre del año 1999, Doña Conina deja escrito cual impronta civilista como su nombre, el itinerario de sus luchas, ansias, acciones hechas historias, con ribetes de heroicidad, su interesante libro intitulado: “Vivencias” que perfila hazañas portentosas de gloria.

Pero como una predicción, Doña Conina muere momentos en que su obra se encontraba en imprenta, cual designio sacrosanto.
Ella no pudo saborear la fecundidad de su edificante “Vivencias”, pero sus poderosos hijos, Luis Rafael, Leovigildo y Jorge Cuello Mainardi, han transmitido a la República y al mundo el sagrado testimonio de su insigne madre, el cual debía ser declarado por los Ministerio de Educación y Cultura, texto histórico nacional o haber recibido el premio nacional de historia.

Entre tantas y tantas situaciones, episodios, vivencias, reminiscencias, honor y valentía, en el libro de Doña Conina, narrativas diversas y sentimientos patrióticos, me hizo sentir emocionado saber que su abuelo se casó con Juana Silva, hija de San Cristóbal, mi adorado terruño.

Y así su progenitor Rafael María Mainardi, nació en San Cristóbal y también su hermana Josefina. Doña Canina contrajo matrimonio con una de las glorias más excelsas de la República Dominicana, el patriotismo, el científico doctor Leovigildo Cuello Hernández, paradigma de honradez, quien ejerció la medicina en Bani, Santo Domingo, San Cristóbal y luego viaja a Paris, donde estuvo durante 13 largos años. En Puerto Rico y el país, fue un bienhechor de la humanidad.

En el prólogo de vivencias, el doctor Roberto Cassá expone, entre tantas realidades incuestionable de Doña Carolina: “fue ella protagonista de las acciones del exilio anti trujillista desde sus primeros días, al haber estado en el círculo de figuras preponderantes como Federico Velázquez, Ángel Morales, José Dolores Alfonseca”.

Y continúa el intelectual Cassa: “no nos encontramos con un texto común, no obstante la modestia cumplida su deber de rescatar las posiciones y las penas de quienes desde fuera del país, levantaron el estandarte de la recusación y el despotismo criminal.
Nuestra perenne gratitud al distinguido doctor Jorge Cuello Mainardi, por haber llegado a nuestra manos tan enjundioso libro, que los buenos dominicanos debemos leer y asimilar la fecundidad del contenido, y continuaremos escribiendo sobre sus dictados hechos realidades.

El Nacional

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