Aunque en nuestra sociedad muchos consideren que llegar a los 40 años es señal de vejez, lo cierto es que esta temida y odiada edad significa para muchas personas un cambio radical en sus vidas en el que ya están estables, han logrado muchas de las metas que se propusieron, o están iniciando nuevas etapas a nivel laboral.
Pero ¿qué pasa cuando algo que se tenía por sentado se desvanece y viene un divorcio o la muerte de la pareja? Esto puede significar un revés para sus planes a corto, mediano y largo plazo.
Así lo expresa la terapeuta de pareja y sexóloga Heidy Camilo Hilario, quien explica que en ese momento difícil surgen pensamientos intrusivos que generan gran malestar emocional, como el cuestionamiento de si valdrá la pena volver a enamorarse e iniciar de nuevo era área de la vida que ya se daba por establecida.
Volver a amar
“Amar es fácil”, afirma Camilo, quien consulta en el Centro Vida y Familia. Estar en pareja es lo que se puede complicar y con los años nos hacemos más conscientes de esa realidad.
“Lo cierto es que a pesar de ver algunos escenarios un poco complicados, volver a amar es una de las experiencias de vida más hermosas pues nos conectan con el gozo de sentir compañía, afecto, protección, una vida sexual más rica y un nuevo proyecto de vida”, detalla la terapeuta.
Afirma que amar es un acto de fe, es un salto donde decidimos renunciar a ciertos privilegios de la soltería para ganar privilegios de estar en pareja.
Camilo analiza que a los 20 aún estamos en la idealización del amor romántico vendido principalmente por los cuentos infantiles y las novelas románticas, aunque a todos nos gusta el romance. Pero la idealización significa otorgarle a la pareja una serie de características que no posee pero que nosotros necesitamos que tenga.
Además a esa edad se esperan unas expectativas muy elevadas así como una serie de conductas y expresiones que la pareja no puede o quiere expresar. A los 20 estamos iniciando proyectos de vida, temas académicos, laborales y familiares, lo que también aplica a los 30.
Luego de cumplir los 40 y tantos, enfrentar un divorcio o la viudez, se pasa por un duelo a veces muy doloroso pues se ven enfrentando temas inclusive de comodidad y estabilidad económica.
Sin embargo lo que más afecta es el miedo de no poder encontrar a alguien que este a acorde con las nuevos estándares o perfil de pareja que se busca, recordemos que dicho perfil puede variar con el tiempo.
“Y luego de encontrar a esa persona que cumpla con el perfil que se espera inician los temas de aspectos no tan románticos, pues puede existir mucho amor pero el tema de si ambos tienen hijos o si se tendrá hijos y el cómo estos hijos se van a acoplar a esta nueva familia la cual se llama familia reconstituida, ya tal vez con hijos adolescentes o adultos jóvenes.
El factor dinero, propiedades, presupuesto y ajustes en la convivencia se tornan temas que amenazan la relación que inicia”.
A pesar de todo, concluye que “no importa la edad, las sensación de estar enamorados nos embarga tengamos 15, 20, 30 o 100 años y esa alegría se vive, se expresa aun sin palabras. Así es que no importa si cumpliste más de 40 valida que tienes derecho volver a amar!”
