Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

César Mella
cesarm2@codetel.net.do

Los círculos viciosos

Llueve, las aguas se estancan, se reproducen los mosquitos y se reactiva el dengue. Se decomisa un cargamento de drogas, pero entonces viene paralelamente “un tumbe” y luego aparecen varios muertos. Cuando es sequía, no se llenan las presas, la producción de energía por vía hidroeléctrica se afecta y entonces se incrementan los apagones (suspensión del fluido eléctrico) y es previsible que por concepto de alimentos dañados (inadecuada conservación por refrigeración) aumente el número de casos de intoxicaciones por consumo de comida dañada y de gastroenteritis.

Entre la crecida de los ríos y las condiciones post-fenómenos naturales como los huracanes, se produce una movilidad de humanos y problemas en las aguas de consumo y de desechos y entonces aumentan las infecciones, entre ellas la conjuntivitis, muy relacionada con dos hábitos cada vez más en desuso: lavarse las manos y hervir el agua. Un millón de viviendas es el déficit estimado en el país, pero resulta que un Gobierno amigo dona unas cuantas en un pueblo del Cibao y parte de los antiguos damnificados no aparecen en la lista de beneficiarios, sino los que no las necesitan.
Cuidado con embarcarse de mala manera en La Barquita.

Los medicamentos han subido de precio en los últimos cinco años, pero acontece que por la vía del furgón de contrabando llegan y se colocan en determinadas farmacias, pero ¡qué barbaridad! instituciones religiosas denuncian que los fármacos del programa estatal, que se suponen subsidiados, han llegado a las parroquias vendidos por vía de la manipulación y el robo…

No sólo pasa con los medicamentos esenciales, sino que los alimentos básicos, otrora distribuidos a precios populares en varios programas, entre ellos en Inespre que, por cierto, quebró en sus esencias de buscar un asistencialismo a los más pobres.
Recientemente un sujeto vinculado al Partido Reformista se dedicaba, entre otras cosas, a vender medicamentos vencidos, a los cuales cambiaba la etiqueta. Se sospecha que varias damas murieron a causa de la administración de un anestésico descompuesto por el tiempo y forma de almacenamiento.

Resulta que este caballero tiene varios años como proveedor del Estado en diferentes gobiernos. No dudo que si se indaga mas a fondo, como valientemente lo ha hecho la dama Nuria Piera, arriesgando el pellejo, encontraremos varias distorsiones criminales ligadas a los fármacos.

Atención ministro de Salud, indague los fármacos que vienen de Asia, chequee a los furgoneros de “vitaminas” y dése su paseíto por la provincia Espaillat (Moca), pues entre colindancias y complicidades encontrará posibles sorpresas.
Son varios los círculos viciosos degenerativos que se dan en la existencia del Estado dominicano en una situación en que la oposición en sus bregas internas no es capaz de cuestionar nada.

Pero los actos repetitivos en la sociedad se dan, según una teoría, en espiral del desarrollo de la historia, yo en el caso dominicano en regresión, es decir, que la gente percibe que “la cosa está peor”.

La enfermedad moral de la sociedad es tan vergonzante, que cuando un senador de la República es acusado por nobles ciudadanos de corrupción, este se victimiza y lleva a los patriotas a tribunales del exterior por “difamación e injurias”. ¡Carajo!…
Realmente: ¿quedan hombres con decoro en esta tierra? ¿Hacia dónde vamos?

El Nacional

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