Apuntes sobre el suicidio
Una gran cantidad de lectores ha pedido de nuevo este tema por hechos que han ocurrido en los últimos días en nuestro país.
Quitarse la vida es un capítulo de salud pública, que en el marco de las muertes violentas deja un lastre de sufrimiento y frustración a los familiares de las víctimas, una gran impotencia a la sociedad y gran desolación en el personal de salud que se ha puesto en contacto con el suicida.
Según fuentes de la Policía Nacional, en el primer semestre del año han ocurrido más de 400 suicidios consumados y digo consumados, pues las tentativas, es decir, el que intenta matarse y no lo logra, es tres veces más frecuente que los que logran finalizar con su existencia.
Para el mismo periodo del año pasado (2013), se suicidaron más de 300 personas.
Indudablemente que se ha producido un incremento.
Las causas son múltiples, pero los quebrantos mentales, entre ellos las depresiones, juegan un papel preponderante.
Un estudio patrocinado por la OPS-OMS, realizado recientemente por los investigadores Herrera, Solarazano y Cabrera del CIDS-UNAN que abarcó Centroamérica y el Caribe, al referirse a la República Dominicana apunta: “ Los casos de suicidio en RD en el periodo 1990 al 2008 se incrementaron de 3.66 al 5.57 por cada 100,000 habitantes”. En adición a esta aseveración comentan que las tasas se dispararon a partir del año 2007.
Esta desgracia fue más frecuente, según el estudio citado, en hombres que en mujeres. En el sexo masculino las tasas se Incrementaron de 5.95 a 9.42 y en las damas de 1.35 a 1.72 por 100,000 habitantes.
Se ha dicho que los hombres prefieren los métodos duros para lograr sus fines, ej.: ahorcarse, lanzarse del puente o de una edificación, darse un disparo; mientras que ellas se envenenan o toman tabletas…
Ocupamos en 4to lugar en suicidios consumados en Centroamérica y el Caribe después de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Cuando el estudio internacional recabó fuentes en nuestro medio sobre los métodos que los suicidas empleaban, estaba el ahorcamiento como estilo preferido para quitarse la vida, que constituyo el 50% de los casos.
Envenenarse con tóxicos o con tabletas y por otro lado el dispararse con un arma de fuego quedó en segundo y tercer lugar, con casi un 20% cada uno.
Estas cifras me crean duda, pues se comprueba que el disparo aventaja al ahorcamiento, sobre todo en militares que deciden matarse, que siempre adornan negativamente este tipo de acontecimiento.
Todo esto viene por consecuencia del debate que en las últimas semanas ha generado el incremento de los casos de suicidios en nuestro país.
Al final algunas observaciones: nunca se sabrá cuantos se matan..
“las familias lo ocultan” y en los “certificados médicos” colocan la falsía de que murió por paro cardio-respiratorio.,.
El suicidio es una afrenta social, a diferencia de algunas culturas donde es un acto de valentía, reivindicativo y altruista.
Hay que profundizar las campañas de prevención del suicidio, lo que es un compromiso de todos… pues como decía un paciente al despedirse de mi consultorio y como símbolo de agradecimiento a un médico que él entendió le “salvo la vida”: LA VIDA NO TIENE PRECIO…
