Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

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Ylonka y Verónica: Café Literario

( I de III)

“Vamos a tomarnos un cafecito” es una convocatoria afectiva que denota un aire de negocios, de seducción o de tertulia.

Verónica Sención, gestora cultural por excelencia, por casi 30 años ha convocado a los intelectuales a jugosas tertulias. La he seguido desde el Hostal Nicolás de Ovando por donde desfilaron don Juan Bosch, don Pedro Mir y otros. Luego en Cuesta del Libro y ahora nos reúne todos los meses al Café Literario de Ágora.

Camilo José Cela (Nobel de literatura) en su obra “La Colmena” nos recrea el ambiente de las tertulias en medio de un carajillo en la España Franquista.

Pero la sólida intelectual nuestra Ilonka Nacidit-Perdomo nos deslumbró el martes pasado en el último café literario

Dedicado a comentar mi libro “ Autoayuda” .

A partir de ahora estas tres entregas comentarán con citas de la prestigiosa profesional el paralelismo entre los orígenes del café literario y alusiones que ella formula sobre mí que no quiero obviar, sobre todo que con mi tránsito por la política se ha querido desdibujar al psiquiatra César Mella , que al decir del profesor Lino Romero “ César ya es un símbolo de la psiquiatría criolla”.

¿De dónde surge esto de café literario, según Ilonka?

Cito:

“En abril de 1935 una maestra normal, Petronila Angélica Gómez, petromacorisana, editora, y cronista de las tres primeras décadas del siglo XX, escribió en el numero 176 de su revista FEMINA, sin conocer la repercusión, que años después tendría la génesis de lo que hoy es un café literario”.

¿Quiénes son esos precursores?

“ Cinco alumnos de la Escuela Normal Teórica de Santo Domingo (…) celebran empeñadamente, su íntima justa del saber, entre sorbo y sorbos de café (..) solían celebrar reuniones provechosas, en el marco de una asociación espontánea y simpática que ellos mismos denominaban café literario” — adecuación del texto original (cm).

“Estos jóvenes eran Pedro Mir, Carlos Curiel, José Rijo, Guillermo Piantini y José Angel Saviñón”, que al decir de la cronista (Ilonka cita a Petronila ): “Son cinco piedras que hoy echan las bases del edificio que surge espontáneamente (…) y que solo Dios sabe! mañana hasta qué altura se levantaran!. Hay en cada uno de ellos una antorcha que ilumina su propio porvenir, abriendo paso franco a la civilización”.

La autora remeda que ochenta años después (recuerden que los literatos citados eran unos jóvenes líderes de la intelectualidad para el año 1935 cuando se reunían), justo en una tarde primaveral , Ilonka, Verónica y un servidor nos reunimos en un café literario inolvidable con la co-participación de los librepensadores: José Silié, Pedro Acosta, Elizabeth Kundhart, Joryi Rodríguez, Soraya Mármol, Mary Mella, Angel Almánzar, Wendy Santos, Virna Diaz

Y 42 personas de alto nivel que se dieron cita en este conversatorio.

Todos henchidos de emoción y en participación abierta propusimos nuestras apreciaciones sobre la felicidad; las diferentes formas de alcanzar el equilibrio mental; el valor de la autosugestión, la meditación y la relajación en los trances y angustias existenciales y al final hicimos con las manos hacia arriba un brindis de café, que además de literario fue de corazón…

Seguiremos el próximo domingo

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