Editorial

Francisco cumplió

Francisco cumplió

La Iglesia Católica ha ofrecido un significativo ejemplo de entereza y responsabilidad al expulsar de su seno al exnuncio Józef Wesolowski por la acusación de abuso sexual de menores durante su estadía de cinco años en República Dominicana.

Un tribunal canónico encontró culpable a ese obispo, quien tiene plazo de dos meses para apelar la sentencia pronunciada durante una audiencia en el Vaticano, donde también enfrentará un proceso penal una vez el fallo en su contra adquiera carácter definitivo.

El Papa Francisco había prometido al presidente Danilo Medina, a quien recibió en audiencia oficial en Roma, que no estaría tranquilo hasta que Wesolowski fuera sancionado por sus actos, cuestión que ha cumplido cabalmente.

Amparado en su investidura eclesiástica e inmunidad diplomática, el exnuncio reclutaba niños de la calle a los que abusaba sexualmente, según consta en la acusación levantada por el Ministerio Público y corroborada por el discaterio romano.

Ese crimen fue perpetrado por un obispo embajador de la Santa Sede ante una nación del Tercer Mundo, sin mayores influencias políticas o económicas, por lo que su expulsión de la Iglesia reviste mayor trascendencia, pues ha sido decretada por absoluta convicción y no por presión o conveniencia.

Aunque lo deseable sería que el exnuncio sea extraditado a República Dominicana para ser juzgado por los hechos que se le imputan, la feligresía nacional y la sociedad toda recibe con júbilo y aliento la sentencia canónica que lo separa de la Iglesia.

Queda ahora pendiente, que la instancia penal del Vaticano enjuicie a Wesolowski y, conforme al fardo de pruebas y evidencias recolectado por fiscales dominicanos e instancia de la Iglesia local, sea condenado con pena de apremio corporal en correspondencia con la gravedad del crimen cometido.

La expulsión de ese obispo redime y enaltece al pontificado de Francisco, quien llegó a decir que no descansaría hasta que el individuo recibiera la pena máxima del tribunal eclesiástico. Que esa digna sentencia y la que se produzca en el ámbito penal sirvan de ejemplo para castigar a sacerdotes pederastas en todo el mundo.

El Nacional

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