SANTIAGO.- Alex Castro, hijo del líder de la revolución cubana Fidel Castro, no cree en el mesianismo político ni que el liderazgo pueda ser en gran medida producto de los genes familiares. Por eso, el profesional de la ingeniería y la fotografía no se considera predestinado a dirigir los destinos de esa nación solo porque sea descendiente de quien es considerado una de las principales figuras de la política mundial el pasado siglo.

Alex se encuentra desde principios de esta semana en Santiago, donde muestra cuarenta obras fotográficas, que integran la exposición “Fidel y Cuba”, de su autoría, así como del libro “83 Motivos”, teniendo como sede el lobby del Gran Teatro del Cibao.

“No creo que la dinastía familiar pueda estar permanentemente frente a los destinos de Cuba y puedo asegurar que en mi país hay un grupo de revolucionarios que han sido debidamente preparados políticamente para desempeñar esas funciones”, dijo Castro en la tarde de ayer al conversar con varios periodistas de esta ciudad.

El tema de la dinastía surgió en la conversación a propósito de que, tras la salida del poder de su padre Fidel asumió el control de la isla su hermano Raúl.

“Lo que pasó fue que en ese momento era mi tío Raúl la persona que reunía las condiciones que reclamaba el Estado cubano para sustituir a mi padre, pero eso en modo alguno significa que la dinastía Castro se impondrá”, señaló.

Alex es de opinión de que no se ha preparado para incursionar en la política, pero consideró que deben hacerlo quienes tengan vocación.