Agosto es, en República Dominicana, el Mes de la Diabetes, dispuesto por el decreto 4061 (noviembre 1973). En ese momento, el país se había embarcado en la instalación y posterior construcción del Instituto Dominicano de Diabetes Endocrinología y Nutrición, bajo la conducción profesional del doctor Jorge A. Hazoury Bhales.
Miles de diabéticos dominicanos han pasado por la estructura de lo que hoy se llama el hospital de la diabetes donde se ofrecen medicamentos y atenciones profesionales con precios reducidos.
No obstante, algunos diabéticos, por motivos de ubicación geográfica o por falta de recursos para costear los múltiples medicamentos que necesita el diabético, no pueden acceder a los servicios de esta institución sin fines de lucro, lo cual debilita la adherencia y fidelidad que exige el tratamiento de la diabetes con fines de prevenir la aparición de las complicaciones frecuentes producto del mal control de la misma. Me refiero a ceguera, amputaciones, diálisis, neuropatías ).
En 1997 la Fundación Dominicana de Endocrinología y Diabetes (Fundomed), que me honro en presidir, solicitó la exoneración y tasa cero de impuestos a la insulina. Se sometió un proyecto de ley a través del entonces diputado Elías Wessin Chávez, y el mismo fue aprobado y convertido en la ley 486-98. Se supone que la insulina debe llegar mucho más barata a los diabéticos dominicanos, pues no paga ITBIS, pero aun es castigada con un impuesto aduanal que eleva su precio.
Un frasco de insulina humana en nuestro país cuesta entre 950 y 1,050 pesos, el promedio necesario de insulina mensual son dos frascos por paciente. Si el diabético cuenta con seguro médico, el sistema de salud solo cubre 3,500 pesos al año. ¿Está protegido por el Estado ese diabético, que además tiene que tomar pastillas para la presión arterial, colesterol, dolores en las piernas, circulación y hacerse frecuentes análisis del azúcar? ¿Por qué se mantiene un impuesto aduanero a una medicina para la vida? En este mes, ofrezcamos a los miles de diabéticos insulina tasa cero cumpliendo la ley 486-98.-