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Mercado de Pulgas vergüenza para DN y SD

Mercado de Pulgas vergüenza para DN y SD

 

El mercado de Las Pulgas de Santo Domingo, que opera desde hace 29 años, se ha convertido en una especie de cáncer para el Distrito Nacional y Santo Domingo, donde no se sabe qué es más grave si el caos, la insalubridad y la obstrucción del tránsito, o la gran cantidad de basura, heces fecales, orines y desperdicios sólidos regados por doquier.

Este mercado comenzó en 1986, en los alrededores de la estatua de Fray Antón de Montesinos, próximo al muelle de Santo Domingo.

De hí pasó al Centro de Los Héroes, en la misma avenida donde está el Ayuntamiento del Distrito Nacional, hoy ha escapado al control de las autoridades municipales sin que nadie intervenga.

Comenzó siendo una especie de bazar o venta de garage, en la que algunas personas residentes en la Capital se ganaban unos pesos vendiendo objetos antiguos y familiares q ue ya no necesitaban, tal como Fello Suberví Bonilla, síndico del Distrito Nacional, había observado en Barcelona, España.

La idea prosperó tanto, que el mercado tuvo que ser trasladado al estacionamiento del Estadio Quisqueya y luego sacado del centro de la ciudad y llevado al kilómetro 11 de la carretera Sánchez, entre las avenidas Luperón e Independencia.

Los problemas

El mercado de Las Pulgas tiene hoy a unos 3,500 comerciantes de los cuales unos dos mil son fijos y otros mil 500 ambulantes, que pagan entre 100 y 300 pesos al cabildo de Santo Domingo Oeste por operar en el lugar.

El principal problema del mercado de Las Pulgas es la contaminación que se produce cada domingo, donde no existe suministro de agua potable, no hay sanitarios, y donde el cúmulo de basura es tan grande que debe ser recogida con tractores.

En el área se concentran centenares de vendedores con altoparlantes, distintas personas con vehículos tocando música alta, que se confunde con los anuncios a viva voz de muchos vendedores que no tienen puestos fijos.

Otras dificultades son la obstrucción del tránsito, la ocupación de las áreas verdes y otros espacios públicos, y el lodazal que se produce en toda el área cuando llueve.

José Manuel Caro, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Las Pulgas, sostuvo que el mismo no debe ser trasladado del lugar, sino, adecuar el entorno.

Caro opina que asfaltando el área donde se reúnen más de 3,500 comerciantes, sería una gran medida para enfrentar la contaminación que cada domingo se produce en el lugar.

Hay quienes opinan que con el asfaltado no se resolvería el grave problema de los entaponamientos en las avenidas Luperón, Independencia y 30 de Mayo, que mantienen el tránsito de vehículos virtualmente paralizado.

Muchos conductores se quejan de que los días del mercado enfrentan serias dificultades para desplazarse por los alrededores del lugar debido a la gran cantidad de personas y a que los mercaderes y los visitantes se estacionan en forma desordenada y ocupan las aceras.

Todo fuera más fácil si por la avenida Luperón, Independencia o 30 de Mayo no circularan decenas de rutas del transporte interurbano que van desde Santo Domingo hacia la región Sur y viceversa.

Hacinamiento

Otro grave problema es el hacinamiento debido a que los miles de puestos de venta están apiñados y no hay espacio para que las personas puedan circular.

Muchos se concentran debajo del elevado de la avenida Luperón, para cubrirse del sol, mientras los que están al aire libre, colocan carpas, cajas de cartón, lonas y cualquier objeto que los cubra.

Esa situación es aprovechada por rateros y carteristas que los domingos acuden al mercado de Las Pulgas con el propósito de desvalijar a cualquier incauto que se descuide.

La presencia de la Policía se limita a los agentes que acuden a comprar ropas y otros objetos de uso personal, pero no se observa un servicio permanente para proteger a compradores y vendedores.

Las actividades en Las Pulgas deben comenzar a las 6:00 de la mañana, hasta las 6:00 de la tarde, pero la llegada de los comerciantes con las mercancías comienza alrededor de las 3:00 de la madrugada para conseguir los mejores puestos.

Muchos comerciantes tratan por todos los medios de instalarse a orillas de las avenidas por donde circulan los vehículos, ya que allí tienen mejores posibilidades de ventas.

Alcaldía infuncional

El mercado de Las Pulgas está bajo la responsabilidad del Cabildo de Santo Domingo Oeste, cuyo alcalde es Francisco Peña, y es acusado de no resolver en forma definitiva los problemas que genera el mercado de Las Pulgas.

Aunque el mercado opera en terrenos del Distrito Nacional, el cabildo bajo la dirección del alcalde Roberto Salcedo aduce que le corresponde al cabildo de Santo Domingo Oeste, el que a su vez cedió la administración de la actividad comercial a la Asociación de Buhoneros de Las Pulgas, que preside José Manuel Caro.

Los lunes en la mañana brigadas del cabildo de Santo Domingo Oeste retiran varias toneladas de basura que generan las actividades comerciales.

Las mercancías

El mercado de Las Pulgas comenzó como un lugar donde diversas personas vendían objetos familiares, antigüedades y otros objetos a precios muy bajos.

La actividad creció tanto que poco a poco se incorporaron los vendedores de ropas usadas, tenis, zapatos, discos compactos, y equipos eléctricos diversos.

Hoy 29 años después el mercado de Las Pulgas es similar a los mercados binacionales que se llevan a cabo en La Frontera dos veces a la semana.

Allí se puede comprar cualquier cosa que tenga valor, desde un perro de raza, hasta un taladro o una plancha para freir, así como ropas, zapatos, efectos electrodomésticos, juguetes, ropa de cama, hasta vehículos.

Se ofertan artículos nuevos y usados a precios más bajos que en el mercado nacional, por ejemplo, unos tenis nuevos que en una tienda cuestan 5 mil pesos, en Las Pulgas se encuentra en 3,500, y eso sucede con todos los artículos.

También se comercializan guantes, bates, bolas y útiles deportivos para la práctica de beisbol, basquetbol, mochilas, cañas de pescar y otros objetos.

También opera un amplio sector que vende artículos eléctricos como planchas, computadoras portátiles, licuadoras calderos, radios, neveras, televisores, accesorios de carros, camas, comedores, utensilios para el hogar, la construcción, así como todo tipo de ropa y herramienta.

La preocupación de los munícipes de Santo Domingo es cuándo las autoridades pondrán orden en un mercado que amenaza en volverse incontrolable.

No se trata de evitar que la gente gane dinero honradamente, sino que se haga en orden y respetando el derecho de los demás a la salud y a la tranquilidad.

En Números

3,500 vendedores

acuden cada domingo al mercado de Las Pulgas del kilómetro 11 de la carretera Sánchez, a vender sus productos.

30,000 visitantes

circulan por este mercado informal todos los domingos para adquirir desde ropas hasta herramientas eléctricas.

15,000 haitianos

se ganan la vida en el lugar vendiendo y comprando artículos usados, similar a lo que ocurre en Haití todas las semanas.
3,000,000de pesos generan a la semana las compras y ventas de mercancías en el mercado de Las Pulgas de la avenida Luperón.

El dato

El origen
El mercado de Las Pulgas de Santo Domingo tuvo su origen en 1986 cuando el entonces síndico del Distrito Nacional, doctor Rafael Suberví Bonilla, trajo la idea a República Dominicana luego de observarla en Barcelona, España, durante un viaje que hizo a esa nación como alcalde.

El Nacional

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