En su mensaje pascual correspondiente al presente año, el papa Francisco dijo que la trata de personas es la forma más extendida de esclavitud.
Por: Victor Manuel Grimaldi
ROMA.- Hace menos de un mes asistí a un seminario sobre tráfico de seres humanos organizado por las Pontificias Academias de la Ciencia y de las Ciencias Sociales, y la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos.
Al recibir la invitación a participar en el evento celebrado en Ciudad del Vaticano, entregué por Secretaría la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional y la posición del Gobierno Dominicano al respecto.
Las autoridades dominicanas, como va demostrando el discurrir de los días, están actuando conforme al derecho para regularizar el flujo migratorio en estricto apego al respeto a la dignidad de las personas.
Después de celebrado el seminario de Ciudad del Vaticano, la revista Donna sabatina del diario La Repubblica publicó un reportaje sobre la Operación Frontex que busca contener la migración ilegal en el Sur de Europa. Vallas y muros se levantan por doquier, como muestran las fotos de este semanario de medio millón de ejemplares.
En la Edición de este viernes 29 de noviembre 2013 el Osservatore Romano, diario político-religioso de la Santa Sede, se publican dos importantes noticias sobre el tema migratorio.
Una, en primera página, destaca el esfuerzo del primer ministro británico por poner restricciones al flujo de rumenos y búlgaros, y la otra noticia, de página tres, da cuenta de que Arabia Saudita ha expulsado 50,000 etíopes como parte del plan de regularizar la presencia ilegal de 4,000,000 de inmigrantes en su territorio.
En Africa, en Asia, en América y en Europa, dondequiera los Estados adoptan medidas para regular el flujo migratorio.
Pero el problema no es simple. La migración ilegal e irregular descontrolada implica muchos peligros. Uno es el tráfico.
Veamos lo que se sugirió en Roma sobre este problema en las recomendaciones finales respaldadas por: Roger Cardinal Etchegaray, Werner Arber, Mary Ann Glendon, José María Simón Castellví.
Además Aurelia Agredano Pérez aasc, Margaret Scotford Archer, Antonio Battro, ?Joorge Nery Cabrera Cabrera, María Cecilia Conci, Laura Dryjanska, Ombretta Fumagalli Carulli, Anne T. Gallagher AO, Roberto Giua, Victor Manuel Grimaldi Céspedes, Pino Gulia.
También la Hna. Marie Héléne Halligon, John Lee Hew Mun, Juan José Llach?, José Antonio Lorente, Luca Luccitelli, ?Obispo Patrick Lynch SS.CC., Archbishop Roland Minnerath, Nancy Monzón, Pierre Morel, Arzobispo David Moxon, Hna. Patricia Mulhall csb, Alicia Peressutti, ?Hna. Imelda Poole ibvm (Loreto), José T. Raga, Obispo Alastair Redfern, Dominique-Jean Renou.
Además Marie-Odile Renou, Hna. María Nieves Rodriguez aasc, Obispo Marcelo Sánchez Sorondo, Philippe Scelles, Jaime Septién, Hna. Jean Schafer sds?, Marcelo & Carola Suárez-Orozco, Peter K.A.
Cardinal Turkson, Hna. Alice Varkey aasc, Gustavo Vera, Hna. Anne Victory hm, Rafael Vicuña, Hna. Marlene Weisenbeck FSPA, Elizabeth Yore.
El documento expresa:
La pontificias ademias de las ciencias sociales y deraciones internacional de asociaciones de médicos católicos, declaración sobre la trata de personas.
La trata de personas es la forma más extendida de esclavitud en este siglo XXI. Papa Francisco, mensaje pascual del 2013
Cada ser humano es una persona libre, sea hombre, mujer, niña o niñ~o, y esta´ destinado a existir para alcanzar el bien de todos en igualdad y fraternidad.
Toda relacio´n que no respete la conviccio´n fundamental de que todas las personas —sin importar su sexo ni edad— son iguales y que no reconozca que gozan de la misma libertad y dignidad constituye un delito grave de lesa humanidad.
Apesar de los denodados esfuerzos de muchos, el tra´fico de personas —la forma ma´s extendida de esclavitud en nuestro siglo XXI— contínu´a siendo un flagelo atroz y esta´ presente a gran escala en muchos paí´ses del mundo.
A las viíctimas se las oculta en domicilios particulares, en establecimientos ilegales, en fá´bricas y en campos, tras puertas cerradas, en el seno de las familias, en viviendas y en muchos otros sitios, y todo esto ocurre tanto en las ciudades como en las aldeas y los barrios marginales de las naciones ma´s ricas y má´s pobres del mundo. Lejos de mejorar, la situacio´n probablemente este´ agravá´ndose.
Existe hoy diía una necesidad contundente e innegable de poner fin a la trata de personas y a todas las formas de explotació´n, en particular la prostitución el trabajo forzado, la extracción ilegal de ó´rganos humanos y la utilizacio´n de menores para la venta de drogas y la producció´n de material pornográ´fico, sobre todo en Internet.
La trata de personas en todas sus formas, y en particular el tra´fico para fines de explotación sexual y prostitució´n, debe ser declarada un crimen de lesa humanidad.
Los traficantes deben ser llevados a juicio en el marco de leyes nacionales e internacionales claras, con el decomiso de aquellas ganancias que sean producto de su actividad ilegal, y las vi´ctimas deben ser indemnizadas por todos los dan~os sufridos.
Todas las partes interesadas, cualquiera sea su ámbito, tienen el deber moral y legal de erradicar esta gravísima violación de los derechos humanos y de bregar por garantizar que todas las personas convivan en un marco de libertad, igualdad, armonía y paz, en sintonía con los valores inherentes a nuestra condición humana. Con el respaldo de los acadé´micos y de los líderes morales y religiosos, y sirviéndonos de la influencia de un movimiento a nivel mundial y las redes sociales, debemos dejar expuestos estos delitos ocultos recurriendo al uso de la tecnología actual y a la colaboración de instituciones nacionales e internacionales justas y nobles.
Tenemos el imperativo moral de lograr que nuestra generación sea la última que deba combatir el comercio de vidas humanas.