Santo Domingo.- Este 12 de mayo se conmemoran 62 años desde que el entonces presidente de la República Dominicana, Juan Bosch, ordenara la ruptura de relaciones diplomáticas con Haití, alegando que ese país estaba gobernado por una persona con comportamientos inestables, refiriéndose al dictador François Duvalier.
La decisión se ejecutó el 12 de mayo de 1963, y al día siguiente, el 13 de mayo, el gobierno dominicano declaró alerta máxima en toda la frontera, desde Dajabón hasta Pedernales.
La Marina de Guerra (hoy Armada de la República Dominicana) movilizó sus unidades navales por el mar Caribe y el océano Atlántico en dirección hacia las costas haitianas, como medida preventiva ante posibles incidentes.
Se conmemoran 62 años de la ruptura de relaciones entre República Dominicana y Haití por decisión de Juan Bosch
Según la nota diplomática emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores bajo la administración de Bosch, la suspensión de relaciones fue motivada por el hecho de que mientras Haití continuara bajo el mando de Duvalier, ese país seguiría enfrentando graves problemas de gobernabilidad.
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En el marco del conflicto diplomático, varios empleados dominicanos destacados en la embajada dominicana en Puerto Príncipe se vieron obligados a solicitar asilo en el consulado de Colombia, debido a que el gobierno haitiano se negó a otorgarles salvoconducto para regresar a territorio dominicano.
La crisis se intensificó con la invasión de tropas haitianas a la embajada dominicana en Puerto Príncipe
La crisis se agudizó cuando el gobierno dominicano ofreció asilo político al teniente François Benoît, un miembro de la oposición haitiana acusado por el régimen de Duvalier de liderar un intento de secuestro de dos de sus hijos. Benoît se refugió en la sede diplomática dominicana, lo que provocó la ira del mandatario haitiano.
En un acto sin precedentes, tropas haitianas ingresaron a la embajada dominicana en Haití, lo que fue considerado por el presidente Bosch como una violación flagrante a la soberanía nacional. En un enérgico discurso, Bosch declaró:
“Hemos sido insultados sin haber provocado. Se ha invadido la embajada dominicana con fuerzas armadas, lo cual equivale a una invasión al país. Es una ofensa imperdonable.”
El gobierno de Haití negó haber cometido tal agresión y, en respuesta, acusó a la República Dominicana de violar las normas diplomáticas, incluyendo el mal manejo del derecho de asilo. Además, alegó que miembros de la misión dominicana facilitaron el transporte de implicados en el intento de secuestro contra la familia de Duvalier.
Juan Bosch calificó la intervención militar como una ofensa imperdonable a la soberanía nacional dominicana
Este episodio marcó uno de los momentos más tensos en las relaciones bilaterales entre República Dominicana y Haití, revelando el clima de inestabilidad y las profundas diferencias entre los gobiernos de la época.