Cada era tiene su lógica. Hace 66 millones de años los dinosaurios eran los dueños y señores en todo el planeta, sometiendo a su voluntad a los demás animales. Las restantes especies de la fauna vivían una forma de «esclavitud», impuesta por estos «gigantes del pasado» que depredaban todo lo que encontraban a su paso.
Pero como dice una sentencia: «Todo cambia, lo único que no cambia es que todo cambia», aquel «reinado» de las enormes bestias antediluviana llegó a su fin cuando impactaron los dos asteroides en el mundo, hace 66 millones de años, aniquilando el 76 por ciento de la vida planetaria. Los dos bólidos que solo se tomaron 20 segundos en cruzar la atmósfera, —y que originaron lo que la ciencia ha llamado la V Extinción—, decretaron el final de los dinosaurios. Estos planetoides desataron la furia de la naturaleza, convirtiendo el globo terráqueo en un infierno.
El planeta devino en un pandemonio inmediatamente—una de ellas era de 14 kilómetros de diámetro— cayeron las dos piedras gigantes. Enormes tsunamis y fuertes sacudidas de terremotos se produjeron en el mundo. Hubo una erupción volcánica en cadena, lo que originó la proliferación de gases tóxicos en el ambiente que envenenaron la vida, únicamente salvándose las tortugas y los cocodrilos.
La polvareda y la imposibilidad de penetración de los rayos de sol por años, imposibilitaron la realización de la fotosíntesis, haciendo que gran parte de flora muriera, desapareciendo la cadena alimenticia de los reptiles de la prehistoria, lo que trajo como secuela una descomunal hambruna entre estos vertebrados, situación que los llevó a la indefectible muerte.
Hay cinco asteroides que merodean alrededor de la Tierra, ofreciendo peligros inminentes según la NASA. ¿Sería el principio del fin?