En el agosto del año 2022, publicamos en esta columna una acrónica con el título de “Desorden político”, de la cual vamos a reproducir algunos de sus párrafos particularmente el primero que dice: “El autor de esta columna ha admirado, solidario y defensor de nuestro pueblo, a quienes hemos considerado como un pueblo pequeño, valiente con tradición militar que tiene categoría de ser una extraordinaria conducta, más sobresaliente de todos los pueblos del mundo.
Hemos afirmado, ratificado y pregonado en nuestro país y en los escenarios de otros pueblos del mundo, que hemos tenido la oportunidad de conocer que, sin tal vez, el único pueblo con las características del nuestro, se ha visto obligado a combatir desde su Génesis en el orden militar, represivo, abusivo y desconsiderado, en diversas ocasiones, desde que Cristóbal Colón incorporó la Isla de Santo Domingo a la Monarquía Española.
Pero ahora, en estos momentos, los dominicanos estamos viviendo una situación profundamente peligrosa, con un porvenir que nos depara la desaparición del Estado Dominicano”.
Hace muchos años después del ajusticiamiento de Rafael Trujillo Molina, el país se proyectó en términos futuros por muchas razones que le han dado la capacidad de la riqueza que como decían que era la “Mano de Dios, que el nuestro era un país pequeño, hermoso, productor, rico y valiente” y “llamado por Fidel Castro Ruz que era un pueblo “Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”, calificativo que nos llena de orgullo y que lo citamos de manera permanente porque hemos combatidos para preservar nuestra identidad, idioma, hábitos de vida y nuestras costumbres, como las naciones más poderosas del mundo.
Pero ahora estamos viviendo dentro de un desorden que no puede ser presentado como ejemplo a ningún otro pueblo del mundo; tenemos siempre de manera permanente el problema haitiano, que bajo la responsabilidad de los gobiernos Estadounidenses, Canadá y Francia, nadie puede esperar, que nada pueda salir en el futuro que nos convenga a los dominicanos, no creemos que sea un juicio de engreimiento y satisfacción, pero la verdad es que no obstante ese desorden el país se ha desarrollado aunque juega un papel importante el desarrollo económico y social que se vive que es producto también del dinero que recibimos de los dominicanos de “ pura cepa ” que viven en los Estados Unidos de América y de otros países de Europa y del mundo; remisión en efectivo que haciende a más de 10 mil millones de dólares, que estamos obligados agradecer a nuestros hermanos por el cariño y el respeto que se les tiene a este país que como dijimos fue calificado por Fidel Castro, como un país “Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”.
No estamos satisfecho ni de acuerdo, con el estilo de gobernar que tiene el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Y estaremos convencidos que esa forma y ese desorden de conducir a nuestro pueblo, hacia donde marcha, si no le cambiamos el rumbo es a su desaparición total y absoluta, como Estado dominicano, republicano y el legado que dejaron los fundadores de la república Duarte, Sánchez y Mella, bajo la consigno de ¡Dios, Patria y Libertad!.