Articulistas

A rajatabla

A rajatabla

Orión Mejía

Ni tú ni yo.-

Resulta difícil mercadear la propuesta de abandonar un partido que ha gobernado por casi 20 años, que tardó 23 años para alcanzar el Poder, más aun si ha sido protagonista principal del notable crecimiento y desarrollo alcanzado por la nación en más de cuatro décadas.

Lo que se sugiere a la dirección y militancia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es que abdique a la dirección del Estado que le ha confiado de manera repetida el electorado, para intentar reingresar por otra puerta partidaria.

Quienes promueven ese divorcio no han podido aportar méritos suficientes de carácter ideológico o político que sustenten un rompimiento de esa naturaleza, que equivale a fatídico “ni tú ni yo”.

El gobierno del presidente Danilo Medina ha sido en términos generales, exitoso, tanto así, que la economía se sitúa como la de mayor crecimiento de la región y porque las políticas públicas están alejadas del neoliberalismo.

Los gobiernos anteriores del PLD también tuvieron sus exitos, por lo que puede decirse que el Partido de Juan Bosch ha marcado un antes y un después en el resurgir de la democracia, sin dejar de admitir que las gestiones del PRSC y PRD aportaron, uno a la economía y el otro al fortalecimiento del espacio democrático.

Una figura política excepcional puede incidir notablemente durante un proceso electoral, pero no más que la fortaleza de un partido, como se demostró cuando Bosch y Peña Gómez renunciaron en episodios diferentes al otrora poderoso PRD, sin alcanzar el Poder a través del PLD o el Bloque Institucional Social Demócrata (BISD).

Al contrasentido de salir del Poder para intentar volver cinco meses después, se agrega que no se ha podido probar que ese proceder obedece a una contradicción de principio, porque quienes se fueron, retornarían a hacer lo mismo que se ha hecho durante 20 años, sin ningún cambio drástico.

El cuadro pólítico pinta que si el PLD sale del Poder en mayo, quienes se fueron no serían los que se alcen con victoria, pero peor aún el retorno al Poder de unos y otros en el corto o mediano plazo se tornaría bien difícil, en tanto que en el horizonte afloraría el retroceso político y económico en giro drástico a la derecha.

Durante más de un año, esta columna promovió insistentemente la tesis de unidad en la diversidad y expuso el criterio de que las contradicciones en el PLD solo reflejaban juicios de valores disímiles y no de carácter ideológico con tinte de irremediable

Es por eso que hoy se resalta lo inverosímil que resulta pedirle a una militancia partidaria que desaloje el Poder legítimo con la vaga promesa de que se retornaría en breve tiempo, para lo cual se ha solicitado el respaldo del partido que representa la antítesis histórica del pensamiento bochista, algo así como ni tú ni yo.