El cine dominicano es un abanico de géneros, unos más que otros. Y aunque este ha encontrado en la comedia una “fórmula popular”, esas constantes carcajadas también han dado espacio para que los directores exploren nuevas historias, más arriesgadas, más entretenidas, y sin chistes halados por los moños.
Jean Guerra apostó todo a su película de acción “A Tiro Limpio”, más de una década escudriñando cada detalle para poder lanzar este largometraje, pero ¿Lo logró?
Tiene una historia, tiene drama, tiene lógica, y sobre todo tiene muchos disparos. No tienes que leer la sinopsis antes de verla, pues desde el inicio, indirectamente, te da una idea de por dónde irá la trama. Unos 6 minutos después o un poquito más estás atrapado en medio de un fuego cruzado, donde el silencio solo sirve para cargar el arma.
Todo un espectáculo visual, de pura adrenalina, por lo que no es una simple película dominicana de acción, es de pura acción.
Quizás el único bache en este ritmo es la secuencia de créditos inicial, sabemos que todos deben ser reconocidos por su trabajo, pero es extensa después de una apertura tan fuerte.
La historia avanza rápido, con intensidad, sin largas esperas ni escenas innecesarias, es como un “vamos a lo que vínimos”.
Los efectos especiales sorprenden, se nota que no escatimaron en recursos, además, hay una variedad de locaciones que enriquecen el ritmo visual, igual que las producciones de Hollywood, que por cierto, a nuestro parecer, este filme no tiene nada que envidiarles.
Gira en torno a un ladrón profesional (Frank Perozo) que busca venganza personal, un capitán de la policía (Félix Germán) que busca cumplir una deuda moral, pero ambos tienen un objetivo en común, hacer justicia, aunque el primero de la manera incorrecta.
El guion es inteligente, a pesar de mostrarlos como delincuentes, expone sus lados vulnerables, sus puntos débiles, por lo que terminas encariñándote con ellos, viéndolos más como víctimas de una sociedad corrupta que como simples criminales.
La película es una mezcla de poder, corrupción, venganza, y al igual, es coherente y respeta la lógica del procedimiento policial (nada de agarrar evidencia “a manos peladas”) lo cual se agradece. Los “flashbacks” están bien integrados: no es necesario que te digan: «esto fue en el pasado o 20 años atrás», se entiende por la narrativa.
¿Y los diálogos? La jerga dominicana está presente, claro que sí, pero no en exceso. Está dosificada con inteligencia, permitiendo que la historia se pueda internacionalizar sin perder autenticidad.
Actuaciones
Aunque algunos no pasaron la prueba y otros simplemente estuvieron ahí sin dejar huellas, también es bueno destacar a quiénes se transformaron, a quiénes nos vendieron su actuación, y nos hicieron olvidar sus nombres reales, engañando a nuestros cerebros y haciéndoles creer que estábamos frente a una persona diferente.
Las actuaciones de Vakeró, Kiko El Crazy y Tony Almont, se destacan con fuerza, demuestran que su talento no solo se limita a la música, tres sorpresas muy agradables.
El intérprete de Qué mujer tan chula, y del líder y vocalista de la banda de rock Toque Profundo, logran construir personajes sólidos, que se quedan en la memoria del espectador. En el caso de Kiko, en su interpretación aportó autenticidad y carisma en las tres cortas escenas en la que aparece.
Es justo hacer una mención especial a la actriz que interpreta a la nana de “Frank”. Aunque al igual que Kiko su aparición es breve, es poderosa. Y es que con un diálogo y miradas cargadas de ternura (Como la de nuestras abuelas), logra transmitir una gran carga emocional. Es bueno recordar que no es cantidad, es calidad.
En la cinta, Frank Perozo reafirma su estatus de estrella del cine dominicano. Su experiencia se nota en cada gesto y diálogo, dominando la narrativa sin forzar, con pura naturalidad, como en realidad ya nos tiene acostumbrados.
Las interpretaciones de Manny Pérez (por momentos su tono de voz tipo “El Padrino”, hacía mucho ruido), Josué Guerrero y Solly Durán, también destacables.
¿El final? No podemos hacer spoiler, solo diremos que después de tantas explosiones, tiros y persecuciones, el cierre deja una sensación de satisfacción y sin vacíos.
Un Apunte
Estreno
La película “A Tiro Limpio” llega desde este jueves a todos los cines y a Puerto Rico el 11 de septiembre. El filme, que cuenta con la distribución mundial de Caribbean Films Distribution contará con un álbum en Spotify con las canciones y pistas de la banda sonora.