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Acierto con Sheinbaum

Acierto con Sheinbaum

Juan Taveras Hernández

Andrés Manuel López Obrador (Amlo), como es ampliamente conocido el expresidente de la República Federal de México, que terminó su mandato de seis años con un nivel de aceptación superior al 70%, marcando un hito en la historia del país, no se equivocó cuando apadrinó a la hoy presidenta Claudia Sheinbaum para que lo sustituyera en el cargo. ¡Un gran acierto, su duda!

México es un país grande, con alrededor de dos millones de kilómetros cuadrados y 130 millones de habitantes. Siempre vale la pena resaltar y decir que Estados Unidos lo despejó de prácticamente la mitad de su territorio mediante el tratado Guadalupe Hidalgo en 1848, entre los que se encuentran, California, Nevada, Utah, Nuevo México, la mayor parte de Arizona; buena parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, Texas, entre otros. Es bueno recordar, igualmente, que México, “tan lejos de Dios y tan cerca de EE. UU.” debió indemnizar al coloso del norte tras la firma del pacto que puso fin al desigual conflicto bélico. 

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La historia de México, como la de la mayoría de los pueblos latinoamericanos, ha sido la lucha por su sobrevivencia en medio del saqueo de sus recursos naturales renovables y no renovables, de la extinción mediante de civilizaciones indígenas milenarias, como la de los Maya. (Se estima que tras el “descubrimiento” (invasión y genocidio en el continente habitaban entre 50 y 100 millones, los cuales fueron esclavizados y asesinados brutalmente, en uno de los capítulos más despiadados y deplorables de la historia humana).

El desarrollo de Europa y Estados Unidos está basado en la extracción y explotación de los recursos de los pueblos indígenas de la región. Fue así como alcanzaron prosperidad, matando y robando. “Nosotros teníamos la tierra; ellos tenían la Biblia, Dios y el Arcabuz criminal, como bandera, de tal modo que “los indios vivos se convirtieron en cristianos muertos”. “Esa historia amarga, por amarga y por vieja se la cuento, porque las cosas no se aclaran nunca, con el olvido, ni con el silencio”, grito Pablo Neruda tras el golpe de Estado contra el gobierno del profesor Juan Bosch que concluyó con la guerra patria de abril del año 1965.

Volvamos al pueblo de México que, bajo López Obrador y de su pupila Claudia Sheinbaum, están reescribiendo la historia del país azteca. El gobierno de seis años de López Obrador fue honesto y transparente. Solo eso marcó una diferencia del cielo a la tierra de sus antecesores modernos, Peña Nieto, y compartes, bandidos, charlatanes, piratas y filibusteros, que nada tenían que envidiarles a los colonialistas españoles, franceses, ingleses, norteamericanos, etc. 

López Obrador fue un presidente honorable, que gobernó de cara al sol defendiendo los mejores intereses de su país, un hombre bueno, solidario, inteligente, que no fue al gobierno a enriquecerse.