Ha querido la necesidad que tres funcionarios públicos encadenen su buen desempeño, cada uno haciendo su aporte en su área de responsabilidad. El Presidente los ha confirmado en sus puestos evitando combinaciones y ensayos que pueden acarrear a la impericia y la imprudencia sólo por caprichos u obsesiones que se forjan a golpe de partidismo o de sectarismo político.

Tres capitanes económicos del Estado conducen con acierto sus instituciones, multiplicando cada una sus efectos sobre las demás, y nos referimos al gobernador del Banco Central, el administrador del Banco de Reservas, y el superintendente de Bancos; hay referencias positivas en otros.

El discreto gobernador Valdez goza de reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios. Se sabe los temas, es de pocas palabras generalmente suaves y siempre medidas, su prestigio es indiscutible. Lidera el funcionariado oficial por su experiencia y autoridad reconocidas por los organismos internacionales por su perfil técnico impecable. Sus detractores lo ven con una adicción al cargo, pero en sí es una adicción al éxito, a generar iniciativas y energías que acompañen la bonanza económica y la prolonguen.

Él está más allá del deseo de durar que se le supone. Fundido en el molde de hombre pragmático siempre sujeto a las realidades de todo intelectual económico, de fuertes convicciones, con los pies en la tierra, y difícil de criticar.

También el Ejecutivo apostó por Samuel Pereyra en el Reservas porque con él se han logrado reformas en la institución, en las políticas financieras del banco, y mejoras en el clima de negocios y las relaciones bancarias y comerciales que le han sido reconocidas local e internacionalmente. Así que ha tenido cuatro años de inmersión en terreno que no le ha parecido desconocido.

Asimismo, Alejandro Fernández con un desempeño pulcro en la defensa de los intereses de los ahorristas y vigilancia de las normas bancarias. Bienvenidas sean noticias como estas. Especialmente, es para alegrarse a fondo que el Presidente confíe en el mérito y la profesionalidad de ellos.