El Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (CODUE) advirtió esta mañana que la presencia masiva y desbordante de haitianos ilegales, como ocurre en la actualidad, pone en peligro la seguridad alimentaria y la estabilidad social de la República Dominicana.

Feliciano Lancen, presidente de la entidad, respaldó al mismo tiempo la propuesta del presidente Luís Abinader durante su rendición de cuentas antier, de la firma de un gran pacto nacional para afrontar la crisis haitiana.

Dijo que actualmente el país tiene la capacidad alimentos de calidad para su población, pero el problema comienza cuando tiene que asumir la carga de una población como la haitiana que por décadas padece muchas necesidades e inseguridad de todo tipo.

“Mira, obviamente una migración desbordante como la que tenemos afecta la seguridad alimentaria en un país que tiene la capacidad hasta ahora de producir nuestros alimentos para nuestro mercado local, si viene una migración masiva, no solo la República Dominicana, cualquier país que le ocurra eso le va afectar la seguridad alimentaria”, sostuvo.

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Añadió que “también sabemos que hay sectores que apoyan a los ilegales, ese grupo vulnerable para aprovecharse de ellos, no pagarle lo que tienen que pagarse porque se benefician de ese desorden que hay de aquel lado”.

Lancen destacó que muchos haitianos ricos que viven en el país no se le ataca, no se le molesta y no se sabe si están legal o no.

“A esos haitianos de clase alta que viven en el país no se le ataca, tienen empresas, tienen buenos apartamentos, hacen muchas reuniones con los dominicanos, o sea que hay un contubernio de muchos sectores para mantener a los haitianos ilegales marginados”, aseguró el líder religioso.

Agregó que “la migración ilegal también afecta el sistema de salud, pero no solo la migración irregular de haitianos, sino de cualquier nacionalidad”.

Lancen apoyó la propuesta del presidente Abinader de la firma de un gran pacto donde quede consensuada una posición común y unificada de todos los sectores del país para afrontar la grave crisis que afecta Haití.

Dijo que en la convocatoria a la discusión de soluciones frente a la inestabilidad y la inseguridad, y desorden en que se desenvuelve la vecina deben participar todos los sectores del país.

Trajano Vidal

De su lado el jurista Trajano Vidal Potentini, presidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FJT), dijo que el gobierno dominicano no está en condiciones de dar de comer a más de 2 millones de haitianos que estarían viviendo ilegalmente en el país.

Respaldó el llamado del mandatario a consensuar una posición común del gobierno, opositores y organizaciones de la sociedad civil frente a la crisis haitiana.

Planteó al mismo tiempo que el diálogo no debe ser gestionado por el Centro Económico Social (CES) porque a su juicio esta entidad es excluyente y no ha demostrado ser eficiente.

“Lo que tenemos que tenemos que poner de relieve que se trata del problema más grande que nación alguna pueda afrontar, sobre todo por este dominio que tienen la pandilla, por esta especie de guerra civil que está viviendo Haití”, sostuvo.

La propuesta

Abinader llamó el pasado 27 de febrero a un gran pacto de nación para una política de Estado firme, estratégica y uniforme, que proteja y dé confianza al pueblo dominicano, ante la situación de Haití.

“República Dominicana en todo lo relacionado con Haití y sus crisis, debe tener una posición unificada o del más amplio consenso”, dijo el mandatario en su discurso de rendición de cuentas ante la reunión conjunta de las cámaras legislativas en el salón de la Asamblea Nacional.

En su discurso de 77 páginas dijo que quiere dejar claro que “nuestra política migratoria la marca solo el Gobierno dominicano y la ejecutaremos siempre en defensa de nuestra soberanía”.

Indicó que nunca antes ningún gobierno había hecho tanto por proteger la integridad de República Dominicana a lo largo de su frontera.