El veto a las exportaciones de azúcar y otros productos del Central Romana es parte del hostigamiento del gobierno de los Estados Unidos contra República Dominicana por las deportaciones de los extranjeros ilegales, aseguró esta mañana el presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez.
Deplora que se sancione a una empresa como el Central Romana bajo el alegato del supuesto trabajo forzoso y condiciones inhumanas a que se someten a sus trabajadores, pero sin presentar evidencias de tales afirmaciones.
Gómez Ramírez advirtió que no importan las presiones y los alegatos de los estadounidenses, el gobierno dominicano, que hasta el momento mantiene una posición digna, debe mantenerse firme y ejercer su derecho soberano a no permitir en el país a los ilegales haitianos o de cualquier otra nacionalidad.
“Bueno mire la verdad que eso es parte de todo el esfuerzo conjunto que han hecho organismos internacionales con el concurso activo del gobierno de los Estados Unidos para seguir presionando a la República Dominicana como ha sido su tradición.
De hecho ellos están sorprendidos porque no era costumbre que el gobierno dominicano asumiera la actitud responsable, enérgica, comprometida y firme con que le ha respondido, eso como no era costumbre en este país genera en ellos incomodidad y es la razón por la que reaccionan en estos términos”, opinó.
Agregó que “ahora el país tiene que en lo adelante con su defensa resuelta, abierta de la soberanía nacional, independientemente, si bien tenemos que preservar relaciones comerciales, de carácter social, económico y otros renglones, no puede ser bajo ninguna circunstancia a cambio de comprometer la soberanía nacional”.
Gómez Ramírez citó el artículo 13 de la Constitución que habla del principio de no intervención como una norma irrenunciable de la política internacional de la República Dominicana y ese contenido tiene una base histórica en el proyecto constitucional de Juan Pablo Duarte, en el artículo 6 de ese proyecto.
Lamentó que por muchos años Haití ha mantenido una campaña internacional malintencionada con ayuda de organismos internacionales contra la República Dominicana.
El dirigente cívico dijo que cuando las autoridades dominicanas aplican sus leyes migratorias, ejercen acto de soberanía “y las leyes migratorias constituyen una expresión inequívoca de ese ejercicio soberano de un Estado que se ha forjado a base de muchos esfuerzos y sacrificios”.
“Los haitianos siempre ha tomado la iniciativa contra el país, pero República Dominicana nunca lo ha hecho contra ellos, ni militar de ninguna índole, sin embargo nosotros hemos sido víctima de esa campaña malintencionada de abierta mala fe que puso por muchos años Haití y que ha conseguido ese coro de la comunidad internacional que ha pretendido que la respuesta al problema haitiano se la ofrezcamos los dominicanos, cosa que no es aceptada por este pueblo”, considero.
Gómez Ramírez recordó que todos los trabajos son forzosos y que incluso el trabajo que no hacen los estadounidenses, lo hacen los mexicanos y otros latinos.
CR rechaza
El Central Romana Corporation, Ltd rechazó ayer las acusaciones que hizo Estados Unidos sobre supuestas condiciones de trabajo forzoso en sus operaciones.
La empresa dijo que son “un referente” en implementar programas de responsabilidad social para sus trabajadores y sus familias.
El gobierno de los Estados Unidos ordenó retener en sus puertos de entrada el azúcar sin refinar y los productos a base de azúcar producidos en República Dominicana por Central Romana.
La prohibición de la entrada del azúcar ocurre en momentos en que ambos países difieren sobre los procesos migratorios en la República Dominicana, que incluye principalmente las deportaciones de haitianos indocumentados.
La acusación
Robert Thomas, encargado de negocios de la embajada de los Estados Unidos, declaró que la razón de vetar la entrada de productos elaborados por la empresa es porque «Central Romana Corporation tiene un largo y desafortunado historial de no dar a sus trabajadores el trato que merecen».
Según explicó, las acciones de Central Romana incluyen «la creación de duras condiciones laborales, oferta de viviendas inadecuadas para los trabajadores, oferta de salarios extremadamente bajos, establecimiento de limitaciones a los movimientos de los trabajadores, dejándolos en un estado de aislamiento y provocando el miedo a represalias por denunciar».