Son muchas las denuncias y las investigaciones de casos de corrupción formuladas por las actuales autoridades, pero tan escasos los resultados que sectores de la opinión pública no saben si se trata de mero circo para ganar tiempo. No hay un día en que, como si se tratara de capítulos de una novela policial o de una película de suspenso no se denuncien alarmantes anomalías en cualquier programa o institución.
La falta de acción está provocando frustración en segmentos que se ilusionaron con el compromiso de acabar con el pernicioso borrón y cuenta. En tanto las denuncias se acumulan, la procuradora general de la República, Miriam Germán interrogó al presidente del PLD, Temístocles Montás, sobre las supuestas trabas colocadas por la organización para impedir que se auditaran los fondos recibidos de la JCE durante el período 2012-16.
El caso lo expuso nada más que el presidente del organismo, Hugo Álvarez Pérez, para explicar las razones por las cuales durante esos años no se verificaron los ingresos y egresos de ese partido. No se dijo en qué consistían los supuestos obstáculos, pero como parte de la pesquisa parece una señal de interés, o de entretenimiento, que de inmediato se requiriera al presidente del PLD, al contralor de la organización, Francisco Liranzo, y al gerente financiero, Audilio Vargas.
Aunque la opinión pública no se haga mayores ilusiones y la procuradora Miriam Germán ha garantizado resultados, se espera de todas formas que el caso no se convierta en agua de borrajas.