La tensión en el mar Negro se ha elevado tras los ejercicios de la OTAN que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha visto como “un serio desafío” para su país.

Para evitar que suenen los tambores, Rusia, antes que replicar con movimientos navales ha optado por activar sus equipos de defensa en la candentes aguas.

Putin, que ya ha tenido sus encontronazos con el presidente estadounidense Joe Biden denunció que en los ejercicios se utiliza la aviación, “incluida la aviación estra t é g i c a”. En una zona en que la tensión se ha elevado las declaraciones de Putin agregan más preocupación.

Putin dijo que en los ejercicios, que calificó de inapropiados, participan contingentes militares de Bulgaria, Georgia, Rumania, Turquía y Ucrania.

E incluso señaló que en los últimos días se ha registrado un incremento de vuelos de reconocimiento de aviones de la OTAN. La denuncia de Putin entraña no solo que está al tanto de todo lo que se mueve en la región, sino que no permanecerá de brazos cruzados.

Aunque no pase a otro plano cunde el temor de que las tensiones incidan en alzas de los precios del petróleo, que ya están altísimos, y de otros productos.