En un amplio reportaje publicado en el portal británico de noticias BBC News Mundo, se sitúa a República Dominicana como la nación “que más explícitamente” proporciona “vigilancia logística o apoyo de contingencia” al despliegue militar de Estados Unidos en la región del Caribe.

Esa opinión es atribuida a Evan Ellis, profesor e investigador de estudios latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, quien cree que los países aliados de Washington en la zona evitarán ser punto de lanzamiento de ataques ofensivos, “a menos que las circunstancias cambien”.

La publicación del influyente medio londinense cita siete territorios caribeños que proporcionan apoyo logístico a lo que define como “creciente campaña de presión militar del presidente estadounidense, Donald Trump sobre Nicolás Maduro”, aunque en el caso dominicano, el presidente Luis Abinader ha reiterado que se trata de un acuerdo de colaboración contra el narcotráfico.

Ese escrito coincide con el arribo el domingo de dos aviones militares estadounidense por las terminales de San Isidro y de las Américas, con equipos y pertrechos, como parte del programa de apoyo y asistencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos “para responder a misiones especiales de carácter humanitario y logístico”.

El Gobierno debería divulgar de la manera más amplia posible el alcance del acuerdo arribado con Estados Unidos, a los fines que en ninguna parte del mundo prevalezca la confusión de que el uso de terminales aéreas podrían ser destinadas como plataformas para ataques ofensivos contra terceros países.

Ese convenio es una extensión de acuerdos previos entre ambos Estados firmados en 1995 y 2003, en procura de fortalecer la cooperación contra el crimen organizado transnacional y el narcotráfico, que en esta ocasión incluye autorizar el uso restringido de dos aeropuertos para operaciones de aeronaves en misiones de reabastecimiento y traslado de equipo y personal.

Aunque Estados Unidos insiste en que el despliegue en el Caribe de al menos 12 buques de guerra, un submarino nuclear, aviones, helicópteros y drones, además de los portaaviones USS Gerald R. Ford y el Iwo Jima, forma parte de una ofensiva contra el narcotráfico, en todas partes se asocia también con el propósito de desplazar el gobierno de Nicolás Maduro.

Es por eso que República Dominicana debe cuidar su buena fama o reputación de nación que no interviene en asuntos de otros países que pueda interpretarse como violación a soberanía ajena, sin renunciar a su compromiso de colaborar en la lucha contra el narcotráfico internacional.