El caso del profesor y miembro de la Defensa Civil que murió ahogado en una crecida repentina del río Partido, en Villa Trina, es un signo de alerta sobre las secuelas de la tormenta Franklin.
Varias personas que se bañaban en el río escaparon a tiempo, pero Ramón Miguel Blanco, de 35 años, fue arrastrado por la corriente cuando, según versiones, trató de rescatar a algunos parientes.
El deceso del educador se agrega a las secuelas dejadas por la tormenta, que por ahora ha cobrado la vida de cuatro personas y provocado daños estimados en más de 5 mil millones de pesos.
Hasta que el clima no esté totalmente despejado la gente no debe desafiar a la naturaleza con excursiones a balnearios.
Tal vez sea necesario establecer algún tipo de vigilancia en lugares que representan algún tipo de peligro para vacacionistas. La muerte del profesor es una advertencia.