No es en Friusa

Se realizo la marcha en Friusa, y no se produjo ni una muerte como era el propósito de mentes aviesas, que la querían para justificar una masacre allí mismo de nacionales haitianos, y algunos dominicanos y poner, de paso, al país en una situación más difícil que la que ya tiene, con su principal problema que es el tema haitiano.

Estamos predispuesto a los criterios nacionalista fascistas que nos han inculcado por siglos, y que hoy enarbolan otros de nuevo cuño, entre los que destaca un comunicador de apodo feo que se ha hecho famoso y rico por hablar vacuencia, y quien todo indica fue quien atizó a los incontrolables que querían desviarse de la ruta propuesta y entrar al barrio Mata mosquitos. No es en Friusa, definitivamente, donde está el problema de la migración haitiana descontrolada.

Lo he dicho en más de 100 oportunidades, es en Haití, una nación que por sí misma no puede salir de su crisis, miseria y anarquía, sumado al negocio que significa para los comerciantes de la frontera venderle a sobreprecio, o los militares que hacen su agosto permitiendo el trasiego de indocumentados o los dueños de plantaciones agrícolas que le pagan la tercera parte de lo que le correspondiera pagar a dominicanos, o los dueños de construcciones que, amén de contratar a los haitianos por un tercio del jornal, hay quincenas que no se las pagan.

En Haití no se puede vivir. El 80% de Puerto Príncipe esta tomado por las bandas, que han mostrado su falta de piedad, y la alternativa más fácil que tienen es cruzar para acá. La comunidad internacional se ha echado a un lado, los kenianos no pueden ni con ellos mismos.

De nuestra parte hemos mostrado una gran incapacidad para resolver el caso de los ilegales, y ahora no previeron lo de la marcha y se les fue la mano reprimiendo, lo que no es “algo más que salud”.