Día de la enfermera
Mañana es 16 de mayo, durante toda mi vida política fue una fecha trascendente, y por lo regular angustiosa, pues eran las elecciones generales del país, unificadas, se votaba para escoger a todas las autoridades electivas, pero la que importaba eran las presidenciales donde estuvo siempre presente, haciendo trampas, Joaquín Balaguer.
Sin embargo, la fecha que quiero destacar es la del pasado lunes 12 “Día de las enfermeras” el miembro del equipo de salud más importante en la atención en salud, no solo en el servicio de los hospitales, ahí son, indiscutiblemente, esenciales, y en los últimos años, sobre todo en países de buenos sistemas de salud, han adquirido especializaciones que le permiten tomar decisiones de envergadura, pero su rol en las acciones de prevención y promoción de la salud, también son invaluables.
Mal pagadas, infravaloradas, no disfrutan de las conquistas que hemos logrado los médicos. No hice mucha vida hospitalaria, pero mi condición de epidemiólogo me llevó a trabajar con muchas enfermeras y sé de su entrega y sacrificio como aquella que siendo yo interno en el área de aislamiento del Robert Reid me acompañó a poner un Levine a una pacientita y al ver que iba a introducírselo por la boca me dijo, con mucha delicadeza, ¿Usted me permite ayudarlo, doctor? terminando de hacerlo ella y entregándome la bandeja para que la regresara a mi maestro, director de aislamiento por muchos años, Jesús Feris Iglesias; estaba embarazada y por esas cosas del destino fue a parir a la maternidad “La Altagracia” donde rotaba como interno.
La reconocí y me hice cargo de su atención, la cual fue la mejor que se podía dar impregnada de mucho agradecimiento y amor.
Mi hermana fue una enfermera dedicada, todavía mantengo contacto con Salma, mi enfermera en Guayajayuco, donde me estrené como médico, con Ramón mi enfermero y guardaespaldas en Jicomé, Esperanza y María y Mauricia mis enfermeras por décadas. Un abrazo a todas, cargado de “algo más que salud”.