El Parlamento haitiano escogió a Jocelerme Privert como presidente provisional de la República para llenar el vacío político dejado con la partida del exmandatario Michel Martelly, quien finalizó su mandato sin un reemplazo constitucional porque las elecciones generales fueron abruptamente suspendidas.

Privert, un político afín al expresidente Rene Preval, con dilatada experiencia de gobierno, fue escogido en una segunda ronda por la Asamblea Nacional, tras diez horas de deliberaciones y votaciones, al vencer a Edgar Leblanc, un extitular del Senado, del bando de Martelly.

La escogencia de un nuevo presidente en Haití por medio de mecanismos que señala la Constitución política de esa nación es motivo de alivio para sus vecinos dominicanos que serían los más perjudicados si la prolongación de ese vacío político hubiese desembocado en un escenario de violencia o caos.
El nuevo presidente provisional ha prometido que su gestión de 120 días promoverá la confianza de todos los sectores de la sociedad, además de garantizar estabilidad para la celebración de elecciones “lo antes posible”, tarea difícil, pero no imposible.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales se aplazó en dos oportunidades durante el mes de enero en medio de violentas protestas de la oposición que denunció el intento de un fraude electoral en favor del candidato preferido por Martelly.

Del presidente Privert se ha dicho que posee mucho conocimiento sobre el tema de las relaciones dominico-haitianas, además de fluidas comunicaciones con líderes políticos y empresariales locales, por lo que se considera que su gestión procuraría mejorar los nexos con el Gobierno dominicano.

La escogencia de un nuevo presidente en Haití no garantiza el fin de la crisis política, pero representa un gran paso que llena un peligroso vacío político y suple las herramientas constitucionales idóneas para evitar que el caos se apodere de la sociedad haitiana.

Gobierno y sociedad dominicana reciben con justificado alivio la buena nueva de que Haití ya tiene un presidente provisional, al tiempo que se aboga para que ese ejecutivo conforme prontamente su gabinete y encamine pasos hacia la celebración de elecciones libres, pacíficas y transparentes en esa sufrida nación.