Santo Domingo.- El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, se refirió este miércoles al desarrollo económico, los avances y desafíos pendientes para enfrentar las desigualdades de oportunidades e ingresos en el país.
“Luego de crecer 4.9% en 2022 y 2.4% en 2023, el FMI estima que este año creceremos 5,4% y 5% en 2025. Este crecimiento se ha fundamentado en una estrategia de apertura de nuestra economía al exterior, específicamente al comercio de bienes y servicios y a la inversión, anclados sobre una marcada estabilidad macroeconómica y una envidiable paz social”, dijo al participar como orador principal y huésped de honor en el almuerzo mensual de la Cámara Americana De Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR).
Asimismo refirió que las alianzas público-privadas han sido un sello distintivo de este gobierno. Y sus frutos son palpables: Pedernales, Manzanillo y Arroyo Barril.
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Otro de los demás citados por el funcionario fue el sistema educativo, los retos migratorios, política exterior y Haití, además del tema salud haciendo hincapié en que las últimas décadas se ha logrado disminuir enfermedades infectocontagiosas.
“En las últimas décadas, hemos eliminado muchas enfermedades infectocontagiosas como la rubeola o el sarampión”, señaló.
Sin embargo, resalto que el sistema de salud dominicano debería priorizar la atención primaria para superar la fragmentación y el enfoque en la asistencia especializada e individualizada. “Tenemos más de 1,300 centros de atención primaria diseminados por el país. Que no es una cifra menor. Sin embargo, aún no logramos canalizar sistemáticamente a los médicos y los técnicos”, dijo.
A continuación, el discurso íntegro del canciller Roberto Álvarez como orador de la AMCHAMDR.
24 de junio del 2024
“CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA Y ECONÓMICA: PRESENTE Y FUTURO DOMINICANO”
La política exterior de un Estado proyecta buena medida su realidad interna. Más aún: la política exterior no puede separarse de la política interior del Estado y, por lo tanto, de la relación con sus instituciones. Este vínculo quedó concisamente plasmado en la célebre frase atribuida al fenecido político estadounidense Tip O´Neill: “Toda política es local”. Por eso, en el Ministerio de Relaciones Exteriores seguimos de cerca y reflexionamos continuamente sobre la realidad nacional.
Algunas de esas reflexiones son el punto de partida para mis palabras de hoy ante ustedes, que aspiro sean un estímulo más para en el objetivo de renovación del Cambio que se propone realizar el gobierno de presidente Luis Abinader en los días por venir. Para iniciar, esbozaré algunas ideas sobre el desarrollo democrático y económico, resaltando los avances y algunos de los desafíos pendientes para enfrentar las desigualdades de oportunidades e ingresos que prevalecen en nuestra sociedad. Estos son: la necesidad de una transformación en la educación, la salud y la gobernanza migratorio-laboral.
Considero que esos tres elementos son nodales para coadyuvar a las fundamentales reformas planteadas por el presidente Luis Abinader. Además, son indispensables para entender hacia dónde queremos ir y cuáles son las acciones necesarias para alcanzar nuestros objetivos de crecimiento económicos con equidad y bienestar para todos.
Política exterior y Haití
Antes de entrar en el análisis permítanme referirme sobre el factor externo que más ha incidido en nuestra realidad: Haití.
Desde el asesinato del expresidente Jovenel Moïse, el vecino país ha estado sumergido en la peor crisis de su historia. Para llamar la atención sobre dicha crisis nuestro gobierno, con el presidente Abinader a la cabeza, desplegó una sistemática ofensiva diplomática.
En los últimos meses se han creado las condiciones para que Haití salga de esa situación. Se instaló un Consejo Presidencial de Transición, designó un primer ministro y un nuevo gabinete, y llegaron los primeros efectivos Kenianos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití establecida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El gobierno dominicano seguirá colaborando con la comunidad internacional, en lo que nos competa, para contribuir a que Haití pueda celebrar elecciones y elegir un gobierno legítimo que asuma el poder el 7 de febrero de 2026. Hoy tenemos la esperanza de que, en este momento histórico y crucial, Haití pueda emerger de la crisis en que ha estado sumido.
RD por el sendero correcto
Amigas y amigos, es ampliamente reconocido que República Dominicana es una democracia estable, próspera y en proceso de consolidación. Somos la séptima economía de América Latina y el Caribe y, si seguimos en el sendero correcto, con las reformas necesarias, las perspectivas futuras serán aún más halagüeñas.
Luego de crecer 4.9% en 2022 y 2.4% en 2023, el FMI estima que este año creceremos 5,4% y 5% en 2025. Este crecimiento se ha fundamentado en una estrategia de apertura de nuestra economía al exterior, específicamente al comercio de bienes y servicios y a la inversión, anclados sobre una marcada estabilidad macroeconómica y una envidiable paz social. Las alianzas público-privadas han sido un sello distintivo de este gobierno. Y sus frutos son palpables: Pedernales, Manzanillo y Arroyo Barril.
El Fondo Monetario también ha señalado que, en los últimos 50 años, República Dominicana es el país de América Latina que más rápidamente ha convergido en ingresos per cápita con Estados Unidos. El informe plantea que en 40 años podemos llegar a ser una economía avanzada.
Los factores en los cuales se ha basado este crecimiento incluyen cifras récord en: las reservas internacionales netas, la inversión extranjera directa, el turismo y el comercio exterior. Es de destacar que hoy nuestras exportaciones abarcan, cada vez más,
productos con mayor valor agregado, tales como equipos médicos y quirúrgicos y productos eléctricos.
En este sentido, en 2023 enviamos al exterior 1,173 millones de dólares en productos eléctricos y 2,444 millones en equipos médicos y quirúrgicos. Vale señalar que las empresas de zona franca que producen estos equipos cumplen con los estándares sanitarios y de fabricación exigidos por los mercados más sofisticados, y cuentan con la capacidad para participar en las cadenas de suministro de los productos más complejos, como los semiconductores.