Carta de los Lectores Opinión

Álvarito: El genio

Álvarito: El genio

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Álvarito con su influyente columna «Tema Deportivo» en el periódico «El Caribe» debutó en 1958, especializándose en comentarios y análisis deportivos. Durante muchos años, publicó la columna sabatina «Comentario de Cine», primero en «El Nacional» y luego en un suplemento de «El Caribe».

Además, destacó como figura en el ajedrez, un juego-ciencia que amaba profundamente. Con tan solo 19 años, se convirtió en presidente de la Federación Dominicana de Ajedrez (FDA), siendo el más joven en alcanzar tal posición en el país.

En junio de 1972, a los 30 años, publicó su primer libro titulado «Anecdotario». Cinco años después, en 1977, lanzó su segundo libro, «100 Temas Deportivos». En 1968, junto a Félix Acosta Núñez, fundó el programa «TV Deportes» en Rahintel. En 1990, se unió al programa «El Gordo de la Semana», producido por Freddy Beras Goico, aportando su conocimiento en una sección ilustrativa sobre diversos temas.

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Tras más de 20 años de colaboración con el diario «El Caribe», Álvarito dejó su huella en 1977 para asumir el rol de editor deportivo en «Publicaciones Ahora».

Por sus méritos a lo largo de su extensa carrera, fue condecorado en 1979 por el presidente Joaquín Balaguer con la orden Duarte, Sánchez y Mella en grado de Caballero. En el año 2001, la sala capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional lo declaró Hijo Meritísimo de la Ciudad de Santo Domingo. En ese mismo año, recibió la condecoración de la orden Duarte, Sánchez y Mella con la Orden de Comendador de manos del expresidente Hipólito Mejía.

Utilizando un lenguaje llano y coloquial que arrancaba sonrisas, acuñó términos como «bololita». Poseía la capacidad de realizar análisis históricos brillantes, como los relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, si se sentía ofendido, no vacilaba en expresar alguna mala palabra, irrepetible.

Demostró solidaridad con sus colegas periodistas, siempre saliendo en defensa de aquellos que sufrían algún tipo de maltrato.

Podremos estar en acuerdo o desacuerdo con sus planteamientos, pero innegable es que su figura marcó un hito en la radio, dividiendo la historia en un antes y un después.

El programa en el que participó durante aproximadamente 25 años se equiparó a los grandes espacios radiales latinoamericanos, como «La Tremenda Corte» (Tres Patines) o el programa radial dominical del revolucionario cubano Eduardo Chibás, «La Voz de las Antillas».
Roberto Valenzuela

El Nacional

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