Grata sorpresa! La creación del Capítulo Hong Kong de la Cámara China de Comercio en República Dominicana, además de ser una buena noticia, nos ofreció la suerte de celebrar los 90 años de un infatigable hombre de negocio, emprendedor y capaz donde los haya. Doble celebración y buen presagio.

Sus años no le restaron fuerzas para sumarse al esfuerzo de su hija para que este instrumento de promoción y relaciones comerciales sea una realidad y entre en acción, como, en efecto, ha ocurrido.

Nos dio mucho gusto estar al lado de Andrew Leung en tan especial ocasión. Se trata del mismo amigo nonagenario hongkonés, con quien he tenido la oportunidad de compartir ideas e inquietudes desde hace más de tres décadas. Testigo de sus hazañas, me llena de alegría el feliz reencuentro que nos une en la tarea de aunar esfuerzos en favor de nuestro país.

Conocí al Señor Leung en los años 90, y sé de sus innumerables logros, destacando, ademas, en la comunidad china radicada en Dominicana por la multiplicidad e ingente magnitud de las obras emprendidas y alcanzadas en diferentes áreas, en las que siempre fue puntero.

Inversiones en importantes sectores como el hotelero, inmobiliario, tecnológico, educativo, deportivo y recreativo constituyen parte de la amplia gama de sus negocios exitosos.

Sin exagerar, podemos señalar que marcó un antes y un después en la presencia china en República Dominicana, lo cual le reserva un espacio especial en la historia, que hoy corona con la fundación del Capítulo Hong Kong de la Camara China de Comercio. Iniciativa en la que ha estado en cuerpo y alma con su hija Kelly Leung, a quien el Señor Leung, indudablemente, le entrega la antorcha de triunfos conque ha librado y ganado grandes batallas. ¡Enhorabuena!