El abogado Angel Lockward, uno de los implicados en el caso Calamar, declaró a los jueces que no conocía a Gonzalo Castillo, ni a José Ramón Peralta, ni a Donald Guerrero, que no les dio dinero y que solo colaboró con la campaña del presidente Luis Abinader.
Sus declaraciones fueron ofrecidas en la sesión del juicio del caso Calamar en el Cuarto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, tras cerrarse las presentaciones de las conclusiones de las partes que participan en el proceso.
Tras esa afirmación, el querellante Pablo Castillo desistió de la querella contra Lockward y el exministro Donald Guerrero.
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Asimismo, otros abogados de los querellantes, al analizar las pretensiones del Ministerio Público sobre la propiedad, el valor y la forma de pago de los terrenos expropiados en la zona del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), coincidieron en que los pagos fueron realizados conforme a derecho y que no existió desfalco.
“Si hubo engaño, fue de parte de Fernando Crisóstomo, el gran beneficiado con un criterio de oportunidad”, puntualizó el abogado Moisés Sánchez, quien lo calificó como “el villano favorito del MP”.
En ese contexto, representantes de las familias propietarias de los terrenos del AILA —entre ellos los abogados Moisés Sánchez, Patricio Mañón, Julio César Ventura, Navarro Rossis, Guillermo Victoria y Genaro Zapata— desistieron formalmente de sus querellas contra Donald Guerrero.
Argumentaron que, tras revisar las pruebas, que quedó demostrado que Hacienda cumplió con sentencias firmes de pago y que no hubo complicidad con los exfuncionarios señalados.
El tribunal también conoció desistimientos presentados desde diciembre pasado por familiares de la familia Reyes, representados por José E. Cuevas, Marino Elsevif, Fernando López Nicasio y Eugenio de la Rosa.