Los contagios registrados de covid-19 promedian más de mil en los últimos días, ominosa señal de que se incrementa el riesgo de que pronto se hable de otro rebrote pandémico con sus secuelas sanitaria, económica y social, por eso es ineludible que la ciudadanía acuda a vacunarse o a completar el ciclo de inoculación.
El número de afectación de coronavirus es mucho mayor al que se consigna en estadísticas oficiales, en razón de que cada vez más personas contagiadas prefieren cubrir el tiempo de cuarentena sin someterse a pruebas para confirmar síntomas de la infección.
Ante el repunte de la covid-19, el presidente Luis Abinader y el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, reiteran exhortación a vacunarse para frenar la expansión de la pandemia que al día de hoy ha vuelto a lastrar a muchas otras naciones de Latinoamérica, Asia y Europa.
La población debería estar consciente de que ese virus en cualquiera de sus variantes puede causar la muerte o provocar daños severos en la anatomía humana, especialmente en las personas que padecen enfermedades catastróficas.
A eso se debe el vehemente llamado que ha hecho el presidente Luis Abinader para que adultos mayores y quienes padecen complicaciones de salud completen su esquema de vacunación, en razón de que son los más vulnerables ante el virus.
Salud Pública aspira a que cuatro millones de ciudadanos se apliquen la tercera dosis y dos millones se inoculen una cuarta, como forma de blindar el país ante un posible brote pandémico. Esas metas son alcanzables, si prevalece adecuado nivel de conciencia cívica.
En ninguno de los países, con excepción de China, donde se escenifican nuevos oleajes de covid-19, se ha retornado al confinamiento o restricciones a la movilidad ciudadana, pero en todos se pone énfasis en los programas de vacunación, especialmente a completar el ciclo de inoculación, con la correspondiente exhortación al uso de mascarillas.
Los votos son para que esta vez la población escuche los ruegos de acudir a vacunarse ante el claro peligro de que aquí se produzca un nuevo oleaje de contagios con consecuencias de más muertes y masiva ausencia laboral. La pelota está en la cancha ciudadana.
