La Dirección de Inteligencia Naval M-2, de la Armada de República Dominicana, informó que mantiene una activa búsqueda de grupos de traficantes de indocumentados hacia Puerto Rico.
En la madrugada de ayer otro viaje fue frustrado por la Armada, arrestando a seis personas en la zona conocida como La Culebra, de Miches, cuando iban a salir en una embarcación de 30 pies de eslora, dotada de un motor de 60 caballos de fuerza.
Según la institución, el viaje fue organizado por Julián Santos Severino, alias Alex, a quien definió como un reconocido traficante de ilegales a la isla de Puerto Rico, y quien huyó del lugar cuando se percató de la presencia de los agentes navales.
De acuerdo con el informe de la Armada de República Dominicana, Santos Severino, se encontraba incluso cumpliendo medida de coerción de presentación periódica ante un juez por la misma causa, debido a que hace tres semanas, también la institución le frustro otro viaje a Puerto Rico.
Suman tres los viajes ilegales a Puerto Rico frustrados en las últimas 72 horas por los miembros de la Armada Dominicana en la zona Este del país, donde la vigilancia tanto marítima como terrestre, ha tenido que ser considerablemente aumentada por la institución.
La puesta en circulación de la versión de que en Puerto Rico se necesita mano de obra urgente para la construcción de viviendas y edificios destruidos por el huracán María a su paso por la isla, está provocando una estampida de intento de salida de yolas con viajeros ilegales.
Por cada persona, los organizadores de los frustrados viajes clandestinos, cobra entre 60 y 90 mil pesos. El dinero es perdido por los frustrados viajeros debido a que los cabezas de los grupos se niegan a devolverlo.
Para la Armada de República Dominicana su mayor interés es evitar la ocurrencia de tragedias en el mar, llamando nueva vez a las personas a no dejarse conquistar de individuos que su único interés es acumular fortunas a costa de los incautos.
En tanto que mientras muchas personas arriesgan su vida en el mar intentando llegar a Puerto Rico en frágiles embarcaciones, desde esa isla, llegan al país, cientos de criollos y puertorriqueños, huyendo de la crisis económica y la falta de empleos que les afecta.
