NUEVA YORK. El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, pidió ayer aquí a la Virgen de La Altagracia guiar a República Dominicana por el sendero de la paz, bienestar y desarrollo.

Ozoria hizo la petición al oficiar ayer una misa en esta ciudad, en honor a la Virgen de la Altagracia, con motivo de celebrarse su día el 21 de este mes.
Unos tres mil dominicanos asistieron a la tradicional misa, que se oficia cada año en esta urbe, en la Catedral de San Patricio, ubicada en la Quinta Avenida, esquina calle 50, en Down Town, Manhattan.

En la homilía estuvo presente el cónsul dominicano en la urbe, Carlos Castillo, así como empresarios dominicanos, entre ellos José Luis Corripio Estrada, quien destacó la valentía de la comunidad dominicana residente en Nueva York.

“A la comunidad dominicana en Nueva York siempre le he admirado por su entrega, trabajo, disciplina y vocación de servicio”, afirmó el empresario.
Definió a la comunidad criolla como un conglomerado ejemplar en cualquier parte del mundo.

“Es una comunidad ejemplar en cualquier parte del mundo y en cualquier nacionalidad, en todas las comunidades hay gente que falla, pero en la República Dominicana podemos decir, en términos generales, que es un ejemplo de buena comunión”, agregó.

Sobre la Virgen de la Altagracia, el empresario opinó que es importante mantener la tradición e imitar su ejemplo.

“Supongo que lo que hay que conservar es la tradición, pero más que la tradición es la imitación de las virtudes de ella, porque elogiar de boca y asis tir a una misa no es suficiente para enaltecer las virtudes de la Virgen”, dijo Corripio Estrada a la prensa presente en el acto.

En la actividad religiosa también estuvo presente el cardenal Timothy Michael Dolan.
Además, el vicecónsul Eduardo Hernández, el concejal, Ydanis Rodríguez, y Guillermo Linares, presidente de la Corporación de Servicios de Educación Superior del estado de Nueva York.

Los dominicanos expresaron su regocijo por el acto religioso, ya que, según expresaron, también sirvió para unir a la comunidad quisqueyana residente en esa metrópolis.

En Nueva York residen más de medio millón de dominicanos, mientras que otras zonas de Estados Unidos también albergan a miles de criollos.
Sus remesas contribuyen con la economía local, según datos de las autoridades.