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Avance del vegetarianismo

Avance del vegetarianismo

Oscar López Reyes

El autor de Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-España-1616), pidió: “Dime lo que comes y te diré quién eres”, o sea, anémico, achacoso y cansado, o saludable, potente y lúcido, en tanto que el maestro espiritual Swami Gurú Devanand (Trinidad y Tobago 1917-Nueva York 1990) apostilló que “La salud entra por la boca”.

En estas dos citas se interpreta que se enferma el que engulle en exceso, con mucha sal, azúcar, harina blanca y carne roja repleta de grasas y sustancias químicas, y que el cerebro y otros órganos anatómicos se mostrarán vigorosos, si consume alimentos vegetarianos.

El vegetarianismo (platos naturales, frescos y balanceados) ha resurgido como un estilo de vida, que se asume como una decisión personal y, con frecuencia, en la montura de la obsesión. Andas como una tendencia contemporánea, que gana adeptos en cada soplo con el rechazo de las carnes de vaca, pollo, cerdo, chivo, etc., así como especies marinas y productos derivados de los animales.

Las investigaciones paleoantropológicas atestiguan que los seres humanos prehistóricos se alimentaban, originalmente, con frutas, verduras y oleaginosas. La dieta vegetariana predominó en los dinosaurios, primates, antropoides, australopitecus y otros ancestros. En un tiempo, sacrificaron animales en rituales, lo que varió su fisonomía.

El vegetarianismo como tal echó sus raíces, hace cuatro mil años, en la antigua India, con los practicantes de Hatha yoga y el líder jainista Parsuá. Luego fue acogido por los orfistas o seguidores del Orfismo o religión de la Grecia del siglo VI a. C. y, en Italia, por razones filosóficas, como el yoga; religiosas (hinduismo y budismo), éticas y por la no violencia contra los animales (amha en India).

Con las guerras y las sequías, que provocaron hambrunas, se incrementó el consumo de carne (relacionada con la caza y la pesca) en los siglos IV y VI después de Cristo, lo cual menguó el vegetarianismo. La carne era escasa, como un lujo. La degustación carnívora ha ganado terrenos, primordialmente, en los últimos mil años.

Exploraciones efectuadas en distintas naciones confirman que las comidas aceitosas y untuosas deterioran la salud. Un estudio publicado en 2021 en la revista Heart sostiene que “una dieta alta en frituras aumenta significativamente el riesgo de sufrir episodios cardiovasculares graves, como ataques al corazón o ictus”.

En cambio, distintas exploraciones especifican que los cárnicos y peces no siempre contienen las proteínas necesitadas, aunque sí están presentes en los cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y víveres, así como los prebióticos, probióticos y simbióticos.

La lógica aconseja que una dieta vegetariana debe ser asumida bajo la prescripción de un médico naturista, que determine los indicadores de salud y disponga un régimen nutricional balanceado y equilibrado. Siendo así, anímate, y conviértete en vegetariano!