Tiene que investigarse y aclararse, porque no parece aislada ni resultado de la excitación la balacera durante un partido de baloncesto en una cancha de Los Mina.
El incidente envía un mensaje preocupante. Eso de que un asistente haló de un arma y comenzó a hacer disparos al aire podría atribuirse a la falta de equilibrio emocional.
Pero el hecho de que otros dos presentes sacaran armas largas y comenzaran a disparar confiere otra dimensión a una balancera que tanto pánico provocó entre aficionados y jugadores. Todos comenzaron a correr por temor a que una bala se le pudiera pegar a alguno.
En medio de la violencia y la inseguridad que se han instalado en el territorio, el suceso en Villa Duarte deja la impresión de que fue provocado para exacerbar el miedo en la población.
La gente tendrá ahora más miedo de concurrir a cualquier actividad deportiva, artística y cultural por balaceras como la ocurrida el sábado en la cancha de baloncesto.
Las autoridades tienen que profundizar las investigaciones porque nada se puede descartar sobre la preocupante balacera. Puede ser hasta parte de una apuesta al terror para sacar algún beneficio.