Economía

Banco Central mantiene tasa interés de política monetaria

Banco Central mantiene tasa interés de política monetaria

Banco Central de la República Dominicana

El Banco Central  decidió mantener    su tasa de interés de política monetaria en 5.00 % anual,  basado  en una evaluación exhaustiva del comportamiento de la economía mundial, la notable persistencia de las presiones inflacionarias y la mayor incertidumbre internacional derivada del escalamiento de los conflictos geopolíticos.

En ese orden, dijo la entidad  la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques externos más permanentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento en el costo global del transporte de contenedores y otras disrupciones en las cadenas de suministros.

En particular, citó el documento, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en enero de 2022 fue de 1.18 %, mientras que la inflación interanual se ubicó en 8.73 %.

 En este escenario, el Banco Central está implementando un plan de normalización monetaria con el propósito de contrarrestar los choques externos sobre los precios y contribuir a la convergencia de la inflación al rango meta, en un contexto de alto dinamismo económico.

En ese sentido, el BCRD ha incrementado la tasa de política monetaria en 200 puntos básicos desde noviembre de 2021, hasta situar la tasa de referencia en su nivel actual de 5.00 % anual, adelantándose a los aumentos esperados en las tasas de interés de las economías avanzadas.

Adicionalmente, el BCRD ha reducido de manera importante el excedente de liquidez del sistema financiero, especialmente a través de operaciones de mercado abierto. Estas medidas han logrado acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria, contribuyendo a un ajuste en las tasas de interés domésticas más rápido de lo previsto y han propiciado una moderación significativa en el crecimiento de los agregados monetarios. El Banco Central cuenta con las herramientas para facilitar la convergencia de la inflación a la meta y contribuir al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, encontrándose preparado para tomar medidas adicionales para el logro de sus objetivos, si fuese necesario.

En el entorno internacional, recientemente se ha incrementado la incertidumbre relacionada al escalamiento de los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania. En ese sentido, los pronósticos de Consensus Forecasts para el crecimiento mundial del presente año se mantienen revisándose a la baja, hasta ubicarlo en 4.0 %.

 Para América Latina, las perspectivas apuntan a una expansión más moderada en 2022, estimándose que el crecimiento pasaría de 6.6 % en 2021 a 2.1 % en 2022, de acuerdo a Consensus. Ante las elevadas presiones inflacionarias que enfrentan los países de la región, casi todos los bancos centrales iniciaron  en 2021 un ciclo de incrementos de sus tasas de referencia, como es el caso de Brasil (875 puntos básicos), Chile (500 puntos básicos), Paraguay (500 puntos básicos), Argentina (450 puntos básicos), Perú (325 puntos básicos), Uruguay (275 puntos básicos), Colombia (225 puntos básicos), México (175 puntos básicos) y Costa Rica (100 puntos básicos).

Con relación a las materias primas, el precio del barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) ha registrado incrementos importantes en los últimos días del mes, al pasar de un promedio de US$83 durante enero de 2022 a cotizarse por encima de US$95 por barril al cierre de febrero, reflejando el panorama internacional más convulso y las limitaciones en la producción mundial del crudo.

De igual forma, los precios internacionales de bienes primarios alimenticios, como maíz, trigo y soya, han vuelto a aumentar durante los meses recientes. En tanto, el precio del oro se ha incrementado hasta situarse en torno a los US$1,900 por onza troy, al ser utilizado como reserva de valor en un escenario de mayor incertidumbre.

En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la demanda agregada se ha afianzado, resaltándose el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real durante el año 2021 de    12.3 %, equivalente a una expansión de 4.7 % con relación al año 2019, siendo el crecimiento más alto de América Latina cuando se compara con el período de la pre-pandemia, según las estimaciones del FMI.

El impulso de la economía dominicana se ha mantenido, al registrarse una expansión interanual en el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de 6.3 % durante enero de 2022, en línea con el crecimiento proyectado para el cierre del presente año en torno a 5.5 % – 6.0 %, ligeramente por encima de su crecimiento potencial.

Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en el impulso de la demanda interna, la recuperación del turismo y el buen desempeño del resto de actividades generadoras de divisas.

Asimismo, el crédito al sector privado en moneda nacional mantiene su dinamismo al expandirse de forma interanual en torno a 12 % en el mes de febrero, especialmente a través del financiamiento para adquisición de viviendas, así como a los sectores agropecuario, manufactura, comercio y construcción. Por otro lado, se destaca el proceso de consolidación de las finanzas públicas durante el año 2021 y las mayores recaudaciones con relación a lo estimado; que han otorgado el espacio necesario para la reactivación del gasto de capital y para aplicar medidas orientadas a mitigar el impacto de los mayores precios de los commodities sobre la producción nacional y los hogares, especialmente los más vulnerables.

En el sector externo, continúa el buen desempeño de las exportaciones y la inversión extranjera directa; así como de las remesas, las cuales alcanzaron US$759.3 millones en enero y se estima que superarían nueva vez los US$700 millones en el mes de febrero, por encima del promedio pre-pandemia. Las reservas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos, en torno a los US$ 14,800 millones, equivalentes a 14.9 % del PIB y  7.2 meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI. Estos factores han favorecido la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación interanual superior al 5 % al cierre de febrero que, junto a las medidas adoptadas para la normalización monetaria, contribuiría a contrarrestar las presiones inflacionarias de origen externo.

El Nacional

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