Las bandas armadas en Haití volvieron a exhibir su poder con el control del Palacio de Justicia, en una acción que también evidencia la incapacidad del Gobierno para garantizar la seguridad y el orden.
De la toma de la sede del Poder Judicial por miembros de la pandilla “Village de Dieu 5 Segond” a un eventual asedio del Palacio de Gobierno solo hay un paso.
Tras la acción hay que preguntarse ¿qué sería de Haití si los cabecillas de las pandillas se ponen de acuerdo para asumir el control de la nación”.
El acontecimiento pone de relieve que la gobernabilidad y la seguridad en Haití son cada vez más frágiles frente a la incidencia de pandillas que avanzan otro paso más tenebroso en su asedio a la nación.
De un tiempo a esta parte los secuestros de extranjeros y haitianos para cobrar rescate han estado a la orden del día. Solo en las últimas horas se ha dado cuenta del secuestro de 38 personas, liberadas horas después por sus captores. Con la toma de la sede del Poder Judicial, Haití se convierte, además de tierra alta, como lo llaman sus primeros pobladores, en tierra de nadie.
El episodio representa otro toque de atención para la comunidad internacional y una nueva señal de alerta para República Dominicana.
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Con la atmósfera de terror que se respira en Haití no hay garantía para la celebración de elecciones libres como base para superar la crisis política en la nación. El reino que hoy prevalece en Haití es el de la ingobernabilidad, la inseguridad, el terror y el caos.
