El nombre de Alejandro Grullón Espaillat, quien falleció ayer a los 91 años de edad, está estrechamente asociado al desarrollo y modernización de la banca en República Dominicana.
Desde la presidencia del Banco Popular, del cual fue fundador, se convirtió en la figura más emblemática de ese sector en los últimos tiempos.
Era una persona cordial, que conocía y compartía con todos los sectores, pero también un empresario que supo conducir y hacer del Popular el principal banco privado del país.
Su promisoria carrera se inicia a principios de los años 60 con el impulso dado por la Asociación para el Desarrollo de Santiago a entidades como el Banco Popular, la Universidad Católica Madre y Maestra, el Instituto Superior de Agricultura y otras entidades.
Con la muerte de Grullón el país pierde a un banquero que hizo grandes aportes al desarrollo del país.