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Bien común y gobernanza

Bien común y gobernanza

Eduardo Álvarez

El presidente Luís Abinader garantiza el bien común y la gobernabilidad, con sus responsables y oportunas decisiones anuncuadas esta semana. Prima y siguen primando la razón y los intereses de todos los dominicanos, sometidos durante 20 años del PLD a la más desastrosa etapa de pillaje, degradación e injusticia social de toda nuestra historia Republicana.

Se les peló el billete a quienes se estaban frotando las manos apostando a una poblada y a  ocupar la Plaza de la Bandera, emblemático y sagrado lugar negado a dar cabida a oscuros intentos de agredir a un gobierno, como el presente, que actúa tomando en cuenta el parecer de la gente. El pueblo es sabio, y está consciente dónde se encuentran sus sus aliado y dónde sus enemigos.

En un gobernante que escucha y consulta, asimilando la nueva propuesta de gobernanza vigente, el país tiene al dirigente y ejecutivo eficaz, capaz de entender que los procesos de cambio se nutren y fortalecen cuando existe una franca y abierta comunicación de doble vía. Las formas unilaterales de imponer medidas a la fuerza son cosas del pasado.

El Presidente ha sido claro y preciso. Enfatiza en lo provechoso que es para el país esta nueva manera de tomar decisiones de conjunto. Y los resultados están ahí, en la confianza que genera grandes y ventajosas inversiones anuestro aparato productivo.

En los Indicativos de crecimiento que nos sitúan en primer lugar con un 12.7% de enero a septiembre del año en curso, con la firme proyección de aumentar las cifras de manera significativa.

En medio de la presente crisis sanitaria que nos afecta, el Ejecutivo opta por recuperar la economía sin comprometer el futuro de la nación empleando esfuerzos en la calidad del gasto público. Esto de traduce en un ahorro del 255% -27,000 millones de pesos-, en renglones de ninguna manera comprometen la inversión social y productiva.

Y hace posible los objetivos de consolidación y recuperación, fundamentados en la creciente inversión y la atracción turística que genera el clima de confianza resultante del efectivo manejo de la crisis.