BOSTON – David Ortiz estaba convencido de que J.D. Martínez rebotaría de la mala temporada por la que atravesó en 2020 cuando su promedio de bateo se hundió drásticamente a un .213.

“Para mí, para J.D., la temporada pasada nunca sucedió”, dijo Ortiz. “Nunca sucedió. J.D. es un bateador increíble. Él es el corazón y el alma de esa alineación. Me recuerda mucho a mí mismo porque les quita presión a todos esos chicos. No es justo que la gente lo juzgue por lo que sucedió el año pasado.

“El año pasado, escuche, si estuviera en su lugar el año pasado, diría, ‘Está bien, no estoy jugando’. Porque sucedieron tantas cosas que te afectan como bateador y la gente no lo entiende. La gente no entiende esa parte del juego, ¿sabes lo que estoy diciendo? ”

En los primeros dos meses de la temporada 2009, Ortiz luchó tan fuertemente que se especuló que podría ser licenciado. Las cosas se pusieron tan mal en el primer mes de 2010 que el manager Terry Francona envió dos veces a Mike Lowell como emergente por Ortiz. Pero Big Papi encontró su segunda marcha y siguió acumulando hasta su retiro al final de la temporada 2016.

No espera menos de Martínez.

“A veces, como jugador, necesitamos saber que la gente a veces no conoce nada mejor”, dijo Ortiz. “Hacemos que las personas se acostumbren tanto a las cosas buenas que cuando se enfrentan a situaciones en las que ven que estamos luchando, simplemente se les acaba la paciencia. Los buenos bateadores siempre van a ser buenos bateadores”.

En cuanto a Martínez y su actuación en lo que va de temporada, Ortiz ofreció esto: “¿Qué van a decir ahora?”

Después de reducir .213/.291/.389 con siete jonrones y 27 carreras impulsadas en 211 turnos al bate la temporada pasada, Martínez tomó una línea de .353/.427/.718 con siete jonrones y 21 carreras impulsadas en 85 turnos al bate hasta el enfrentamiento contra los Metros el miércoles.