Editorial

Brazos cruzados

Brazos cruzados

La denuncia del vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), de que hay sectores interesados en abortar el proceso de licitación para la construcción de dos plantas de generación eléctrica, no debería correr la misma suerte que la hecha en similares términos por el presidente Danilo Medina.

En una oportunidad, el mandatario solicitó el respaldo de la ciudadanía a la decisión del Gobierno de abordar la crisis eléctrica por la vía de aumentar la oferta de generación eléctrica a través de nuevas plantas generadoras a base de carbón y gas natural.
Medina dijo que confrontaba presiones de sectores empresariales que pretenden mantener excesivas ganancias en base al menor esfuerzo y advirtió que no se quedaría de brazos cruzados ante el hecho de que el Gobierno debe transferir cada año al sector eléctrico un promedio de mil 300 millones de dólares.

Tan contundente denuncia presidencial no produjo las reacciones de indignación y respaldo que seguramente el mandatario esperaba de la población, aunque mantuvo vigente el proyecto de construir en lo inmediato al menos dos plantas de 300 megavatios con las que se iniciaría el cambio de la matriz de generación de electricidad.

El licenciado Rubén Jiménez Bichara ha denunciado que hay sectores, sin dudas los mismos a que aludió el presidente Medina, que maniobran para abortar el proceso de licitación de esas plantas, pero advirtió que ese proyecto no tiene marcha atrás.

Es obvio que el vicepresidente de la CDEEE da continuidad a lo señalado por el Presidente de que no se quedaría de brazos cruzados sin hacer nada para reducir las millonarias transferencias presupuestales destinadas al subtsidio del subsector eléctrico.

Esas plantas se construirían con una inversión de mil 500 millones de dólares, un monto mucho menor a los casi US$2,000 millones que el Gobierno transferirá este año a las empresas generadoras que sirven energía producida a base de combustibles caros y amparadas en contratos la mayoría viles.

El Gobierno y la CDEEE requieren hoy de un voto de confianza y todo el respaldo posible de la población en torno a la construcción de las plantas, que representarán un cambio drástico en el sistema de generación. Es obvio que en el proceso de licitación, que se inició con 56 ofertas, una de las cuatro concursantes es la que tiene que ganar, que es la que reúna más requisitos.

El Nacional

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